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En vez de ser un ejemplo para la sociedad, cometió el mismo acto por los cuáles son detenidos y procesados los involucrados en manejar en estado de ebriedad.

Ese fue el caso del Carabinero Felipe Andrés Bravo Valenzuela que el pasado 10 de septiembre del 2016 fue protagonista de un accidente que terminó con la vida de un joven animalista identificado como José Luis Vargas Lehue, que murió tras ser arrollado por el vehículo que manejaba el oficial quien además iba en estado de ebriedad.

Y según informa El Llanquihue, el tribunal dio veredicto sobre este caso, dejando al Carabinero con 300 días de presidio con el beneficio de remisión condicional, siendo autor del delito consumado de conducción de vehículo motorizado en estado de ebriedad, sin embargo, Bravo fue absuelto de la muerte del joven, puesto que a decisión del tribunal el involucrado fue quien cruzó de forma imprudente.

Con el veredicto finalizado, donde participaron más de 30 testigos, se estableció que se le suspendiera la licencia de conducir por dos años y también el pago de una multa de 2 UTM.