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El estero Chinchihuapi ha cruzado el sector de Monte Verde desde hace miles de años, incluso de antes de que llegaran sus primeros pobladores. No obstante, los efectos de las recientes crecidas de dicho estero, que hoy cruza el asentamiento arqueológico, son hoy la principal amenaza para el asentamiento humano más antiguo del continente. Hecho que fue constatado por la Fundación Monteverde.

Año tras año, el paso del curso de agua ha ido erosionando el terreno distante a 24 kilómetros al suroeste de Puerto Montt, donde se realizaron los hallazgos que de la mano de la investigación del arqueólogo norteamericano Tom Dillehay revolucionaron la teoría del poblamiento americano.

"Parte del sitio se ha perdido producto de la erosión, que es la principal amenaza para este espacio patrimonial. Desde hace mucho tiempo hemos planteado la posibilidad de efectuar un desvío del cauce del estero", precisó Eduardo Alvar, secretario ejecutivo de la Fundación Monteverde, al diario El Llanquihue.

Alvar, de profesión ingeniero forestal, explicó que este fenómeno se debe a varios factores, y uno de ellos es la deforestación del área. "Actualmente, hay pocos árboles, por lo que hay menor retención de las aguas lluvia, las que llegan rápidamente a los cauces, generando un rápido incremento de sus niveles, lo que genera la erosión. Siempre esperamos la posibilidad de una intervención para proteger el sitio, pero esto no se ha concretado", dijo, y agregó que producto del aumento en las precipitaciones durante los últimos inviernos "se han perdido áreas de excavación emblemáticas, que incluso habían sido protegidas por troncos, como parte del sitio Monte Verde II, que era el sector del campamento".

Para el científico, el "problema basal" es que el Consejo de Monumentos Nacionales aún no ha licitado el plan de manejo del sitio arqueológico, lo que resulta clave para poder adoptar medidas de resguardo del cauce. Según el alcalde de Puerto Montt, Gervoy Paredes, el municipio requirió información sobre el tipo de intervención que se debe realizar en el área, por lo que dispuso "se oficie al Consejo de Monumentos Nacionales para su pronunciamiento urgente, para poder realizar obras civiles que resguarden al asentamiento humano más antiguo de América", no obstante, de éste último todavía no han obtenido respuesta.