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Miranda Ricardi es una de las estudiantes del Liceo Augusto D’halmar de Ñuñoa que hizo que el Instituto Nacional perdiera el liderazgo en la PSU entre los colegios municipales. Sacó 824 puntos en la prueba de Lenguaje, 700 en Historia y 641 en Matemática. Pese a ello, solo necesitaba dar la prueba para postular a las becas del Estado, pues ya está matriculada desde noviembre en la Escuela Moderna de Música. Sí, será cantante.

Desde los 13 años que canta y su madre la apoya incondicionalmente, pese a que ambas saben que podría estudiar cualquier otra carrera. “Ella siempre me impulsó e inspiró a que fuera feliz”, dice a Publimetro.

“Muchos dejan de lado lo que quieren hacer por lo que deben hacer, eligen ser ingenieros cuando quieren pintar (…) porque en los rankings salen carreras como música y canto como las peores pagadas, es el mismo sistema el que te desanima y te dice qué hacer para no ser pobre toda tu vida, pero al final solo depende de uno”, afirma.

“Yo solo de pensar en trabajar en una oficina me angustiaba (…) Muchas veces la música fue mi refugio. A mí me gustaría poder transmitirle eso a las personas, dejar mi huella en ellos con mi música”, dice.