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El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) informó que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) tuvo una variación mensual de un 1 por ciento en octubre. El alza de los precios en alimentos, bebidas alcohólicas y no alcohólicas, tabaco y transporte, serían los responsables de la inflación acumulada.

Del mismo modo, la Fundación Sol, mediante un estudio, demostró que el IPC de muchos productos que consumen los chilenos y que pertenecen a los bienes y servicios de la canasta básica superan el IPC general de 5,1 por ciento.

El té presenta un 16,7 por ciento acumulado; el tomate, un 113,1 por ciento; la mantequilla llega al 10,1 por ciento; la leche en polvo alcanza un 10, 4 por ciento; el pan suma un 5,8 por ciento; el transporte en microbús acumula un 9,7 por ciento; y la gasolina registra un 12,6 por ciento.

El economista Marco Kremerman, perteneciente a la institución, propuso crear una medición paralela a la de la canasta, más representativa de lo que significa el gasto regular de la mayoría de los hogares chilenos que viven con ingresos bajos o medianos y se endeudan para llegar a fin de mes.

“Sería interesante hacer un cuestionamiento más amplio: ¿por qué Chile, que tiene salarios tan bajos, donde el 78 por ciento de los trabajadores tienen ingresos líquidos por su ocupación principal inferiores a los 500 mil pesos, tiene precios que se llegan a parecer a los países de Europa, con algunos ingresos que duplican al caso Chile? ¿Qué es lo que ha sucedido con muchos precios de bienes de primera necesidad? Un almuerzo, por ejemplo, en un restaurante mediano, se puede parecer mucho a los países de ingreso medio alto”, afirmó.

En tanto, el diputado RN José Manuel Edwards, miembro de la comisión de Economía de la Cámara Baja, advirtió que el actual escenario económico se preveía desde antes: “Cuando discutimos la Reforma Tributaria le dijimos al Gobierno que los precios iban a subir y que la economía se iba a estancar. Los precios de los bienes que consumen los más pobres y los adultos mayores suben al doble de la velocidad que el resto de los precios, por lo tanto, le pedimos al Gobierno que cuando proponga reformas, como la Tributaria, tome las medidas para que no sean estos dos segmentos sociales los que paguen las consecuencias”, criticó.

Por su parte, el economista Juan Guillermo Espinosa, investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), coincidió en que el Gobierno está perdiendo una ocasión para darle un golpe importante a las alzas de precios, que ya no son reflejo de lo que ocurre en la economía internacional.

“El gobierno empresarial de Sebastián Piñera, en otra circunstancia que asemeja mucho a la toma de decisiones de la dictadura militar, habría intervenido inmediatamente sobre el mercado la forma de medición del Mepco, habría suspendido su aplicación durante dos o tres semanas, pero eso no se atreven a hacerlo los economistas del actual Gobierno, que son funcionarios específicos con objetivos acotados”, comparó Espinosa.

Desde el Ejecutivo, el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, señaló que “el ciclo de alta inflación ha sido más persistente de lo esperado” cuando el mercado consideraba un aumento de un 0,4 a 0,5 por ciento en el IPC.