Se inicia un nuevo año escolar, ¿Estarán nuestros niños bien preparados?

02 Marzo 2014

Al comenzar un año escolar, se reinicia un acostumbrado ciclo de actividades, en donde la escuela y el hogar se aprestan a enfrentar sus respectivas obligaciones, unidas ambas con un mismo fin, "empezar un nuevo año académico”.

Omar González H... >
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El medio escolar despierta en sus quehaceres habituales, mientras que en cada hogar los padres de familia se abocan a una gestión más bien rutinaria de apoyo económico y material, como los son "la matrícula del hijo" en tal o cual escuela, y los correspondientes gastos por el uniforme  y los útiles escolares, actividades que se realizan por lo general dentro de un ambiente característico de agitación y premura,  a lo que se suma a veces también ese común nerviosismo de las cosas hechas a última hora. Todo dentro de esa natural preocupación de los padres por querer que sus hijos comiencen el nuevo año en óptimas condiciones.

Los hijos por su parte hacen otro tanto, pues por lo general, unos más que otros, después de sus vacaciones de verano o período de descanso,  se sienten motivados por volver al colegio para enfrentar sus nuevas obligaciones.

A su vez dentro del sistema escolar,  bajo un ambiente de optimismo y de una natural alegría causada por el reencuentro entre compañeros, los estudiantes entran en acción con esperanzas y renovados bríos, contándose entre ellos las novedades y las experiencias vividas durante sus vacaciones, las anécdotas ocurridas, y hasta algunos se atreven a proyectarse en sus gestiones para el nuevo año que se inicia, expresando sus temores, sus deseos, planes y proyectos

Así todo comienza a estar dispuesto, los padres con sus responsabilidades en el trabajo y en el hogar, y los hijos estudiantes y profesores en la escuela.

En este panorama que se hace característico cada año, los alumnos deben enfrentar una vez más su principal tarea, "el estudio".

        En estas instancias cabe hacer entonces las siguientes reflexiones:

•          ¿Cuántos de estos estudiantes obtendrán un buen provecho de las experiencias desarrolladas el año anterior?

•          ¿Cuántos habrán logrado aprender de sus propias actitudes, de lo que hicieron bien y otras no tan bien?

•          ¿Qué deberán mantener, mejorar o suprimir?

•          ¿Cuántos se habrán preocupado de evaluar los resultados alcanzados?

•          ¿Cuántos de ellos no estarán dispuestos a cometer los mismos errores?

•          ¿Cuántos podrán mejorar sus actitudes en esta nueva etapa que está por comenzar o ya ha comenzado?

•          ¿Cuántos estarán conscientes de que estudiar no es una actividad que se pueda hacer de manera improvisada?

•          ¿Cuántos de estos estudiantes  tendrán claridad de lo que piensan hacer y no hacer durante el año?

•          Pero por sobre todo, ¿Cuántos estarán realmente dispuestos a asumir sus nuevas tareas compromisos y responsabilidad desde el principio?  

Así, de esta manera, lenta y progresiva comienzan de nuevo las acciones, tanto en el orden familiar como escolar.- Profesores, alumnos, padres y apoderados en una estrecha y muy particular relación.

Comienzan a conjugarse entonces  los nuevos planes y programas de estudio, propósitos, tareas, trabajos y desarrollo de estrategias, factores y elementos diversos que a su vez van generando nuevas y continuas respuestas, con efectos distintos en la vida escolar de cada estudiante, de acuerdo a las propias condiciones sociales e individuales que les tocará vivir.

En consecuencia bien vale la pena hacer la siguiente reflexión:  ¿estarán nuestros hijos preparados para iniciar bien este nuevo año escolar y así lograr el éxito deseado?. 

 He ahí un importante y claro desafío.