Proyecto une por carta a niños de Chiloé y Valparaíso

30 Noviembre 2017

“Ha Llegado Carta”, proyecto ganador del Fondo del Libro y la Lectura, busca estimular a niños porteños e insulares, en el desarrollo de la escritura por medio de misivas que permitan mostrarles otra faceta de la comunicación y de su realidad.

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"Hola cómo estás Constanza, yo me llamo Kristell, acá en Castro es muy bonito, hay parques bonitos, mi comida favorita es fideos con salsa y tengo cabras y soy de la U". Un mensaje que une realidades muy diferentes en apariencia, conectadas por la inocencia infantil y a través de una forma de comunicación hoy atípica: la carta. Frase por frase, se han ido conociendo este año dos entusiastas grupos de niños: el primero vive de la zona rural cercana a la capital de Chiloé y el otro recibe clases en la parte más alta de un cerro de Valparaío. Ambos narran sus experiencias por medio de la escritura a mano alzada, práctica convertida en una novedosa didáctica para potenciar el gusto por las historias escritas a nivel infantil.

Se trata de “Ha Llegado Carta”, proyecto ganador del Fondo del Libro y la Lectura, en su categoría Fomento de la Lectura y la Escritura 2017. La idea es sencilla, también en apariencia: un intercambio epistolar entre niños de 3º y 4º básico de la Escuela Rural Olinda Bórquez de Puyán, poblado cercano a Castro con los niños del Colegio Doctor Ernesto Quiroz Weber, del porteño Cerro Placeres.

“El intercambio permitirá a los pequeños escritores narrar sus experiencias, acontecimientos, sueños e intereses. Como se trata de un género que se construye sobre la ausencia, ofrece una mayor libertad expresiva y creativa”, dice Paulina Vergara Almarza, Licenciada en Lengua y Literatura Hispánica, especialista en género epistolar, creadora y gestora de la idea. Ella y su equipo compuesto por expertos en educación, generan dinámicas de escritura creativa donde el juego es protagonista. Cada escuela cuenta con un buzón de correo a donde llegan las cartas viajeras cargadas de historias, regalos literarios y dibujos.

Los miembros del equipo actúan como “carteros”, porque van y vienen desde Valparaíso hasta Chiloé y viceversa. Estas misivas, a la postre, son un pequeño tesoro, algo completamente diferente a las actuales maneras de comunicarse y establecer relaciones entre los niños de su edad. “Es importante destacar que las actividades de creación, de juegos de escritura y lectura de relatos de vida buscan facilitar que las niñas y niños desarrollen y valoren su capacidad creativa”, indica Vergara.

La iniciativa fue recibida con entusiasmo por Manuel Jara, Jefe de Educación de CORPOCAS quien recomendó que la propuesta se concretara en una escuela rural donde las posibilidades de acceder a este tipo de proyectos, son escasas.

La actividad se llevará a cabo hasta diciembre próximo.