[Opinión] La preparación del alma

07 Mayo 2015
"Las personas mayores se dan cuenta cada vez con más frecuencia, que las fuerzas físicas van disminuyendo, que incluso se vuelven más lentos y frágiles y que se cansan cada vez más". Sigue leyendo la ya clásica columna de Juan Lama Ortega.
Juan Lama Ortega >
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Las personas mayores se dan cuenta cada vez con más frecuencia, que las fuerzas físicas van disminuyendo, que incluso se vuelven más lentos y frágiles, y que se cansan cada vez más. También el ritmo respiratorio se vuelve más corto, especialmente al hacer un trabajo algo más agotador, costándoles más respirar, o sea que muchas tareas físicas se vuelven más arduas.

Cuan a menudo se escucha decir “Los años pasan para todos y no se detienen ante nadie”. No importa si una persona a echado mano de los servicios de un cirujano estético o no, las fuerzas disminuyen, el metabolismo trabaja más despacio, llegan las arrugas, los cabellos encanecen y mucho más. Este proceso es inevitable y forma parte de la vida terrenal del ser humano, pues la vida se transforma desde el nacimiento hasta el fallecimiento, sin embargo algo no envejece, es el núcleo divino que está en cada persona y que contiene la juventud eterna en la Existencia eterna.

En todo el infinito no hay casualidades, tampoco nada estático, no existe nada que de improviso suceda bruscamente. Por ejemplo después de algunos años en que el alma ha vivido en el ser humano, en lo temporal, comienza el tiempo de preparación para el momento en el que el alma salga de su cuerpo físico. Durante este tiempo de preparación el alma se prepara para la vida en su forma de materia más sutil. Lentamente, muy lentamente el alma se va retirando, lo que en una persona sana a menudo puede extenderse durante muchos años.

Algunas personas mayores tienen por ejemplo dificultades al caminar. También disminuye la fuerza en los brazos y en las manos. Llevar cosas pesadas se convierte en una carga. La vista y el oído van perdiendo igualmente su capacidad. La vida diaria en general se vuelve más dificultosa, a pesar de que algunos no quieran reflexionar sobre esto.

Pero así son las cosas. El alma se está preparando para pasar a otro estado, y si pudiéramos preguntar a nuestra alma, esta nos contestaría algo así: “Tú, mi envoltura humana has de saber que yo, tu cuerpo espiritual que vive en tu alma, no soy de este mundo. Tomé un cuerpo material únicamente para arreglar en esta vida terrenal tanto como me fuera posible, del total de cosas impuras que traje de encarnaciones anteriores. Yo quiero caminar hacia el Hogar, hacia mi país de origen, hacia el eterno Reino de Dios, donde un día volveré a vivir como ser espiritual en la Existencia universal eterna”.

No importa cómo se muestre la persona, da igual si intenta atrasar lo más posible el envejecimiento en base a cirugía estética, baños, masajes y cosas parecidas, todos, absolutamente todos somos peregrinos en esta Tierra. Un día el alma dejará su cuerpo físico que pertenece a la Tierra. No hay excepciones para nadie, todas las personas fallecen, por muy a menudo que siga viniendo el alma para convertirse en ser humano. A cada persona sin excepción le llegará el momento y la hora en que su alma abandone su cuerpo. Pero el núcleo divino, la Comunicación universal celestial permanece en ella. Para todas las formas de vida de materia densa ya sea sobre la tierra o bajo ésta, ya sea en los mares o en los ríos tiene validez lo mismo: la tierra se volverá a convertir en tierra.

Sin embargo el eterno también reconduce a cada alma y cada hombre de regreso al Hogar eterno, al Universo material y a los universos de materia parcialmente sutil, ya que la vida en Dios es de materia sutil, es etérea y absolutamente pura.

Jesús de Nazaret dijo: “Volveos perfectos como perfecto es vuestro Padre en el Cielo, una frase con mucho sentido, pues todo lo que no sea como es en el origen, como la perfección, el Eterno lo inspirará en ciclos hacia la Existencia universal eterna, es decir, todo lo que sea de materia densa Él lo transformará en materia más sutil, y la materia más sutil, en materia sutil. Entonces todo será de nuevo materia sutil, sustancia primaria fina, éter de luz comprimido.

Juan Lama Ortega

Radio Santec

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