Buenas conversaciones, buenos futuros
MOVILH repudia palabras de Cardenal Medina
En carta dirigida a la Comisión de Constitución del Senado vinculó además a la homosexualidad con crímenes y a las convivencias heterosexuales con el adulterio. “Jaime Guzmán estaría de acuerdo conmigo” dijo el Cardenal.
Movilh Chile >
authenticated userUna odiosa arremetida contra la aprobación del Acuerdo de Vida en Pareja
(AVP) emprendió el cardenal Jorge Medina, llegando al extremo de
calificar a la homosexualidad de “aberrante, depravación grave,
intrínsecamente desordenada, contraria a la ley natural, informal,
desordenada y negativa” y de estar vinculada a “crímenes y violencia”.
En carta dirigida al presidente de la Comisión de Constitución,
Legislación y Justicia del Senado, Hernán Larraín, dijo que “lo
aberrante de los actos homosexuales se pone de manifiesto, con toda
evidencia, al considerar el hecho irrefutable de que la intimidad
genital homosexual o lesbiana, es siempre absolutamente estéril y jamás
dará ni podrá dar origen a una nueva vida, objetivo específico de la
función de los órganos genitales, tanto masculinos como femeninos. Los
datos acerca de las violencias y crímenes relacionados con las conductas
sexuales inmorales son un indicio del desorden que ellas revisten, así
como de su negativa influencia en la convivencia humana”.
En la misiva del pasado 13 de enero y dada a conocer por CNN
Chile, Medina se lanzó también en picada contra las parejas
heterosexuales. A su juicio las convivencias sin matrimonio “constituyen
pecados de concubinato, fornicación y, peor aún, de adulterio”. “Aunque
haya personas a la que le molesten estos calificativos”, “son fieles
expresiones de la realidad”, dijo.
En un claro llamado a rechazar el AVP, apuntó que “un legislador
creyente, y más aún si se profesa católico, debiera considerar lo grave e
incoherente que sería apoyar con su voto una iniciativa que debilitará
aún más la institución matrimonial (…) Algo que pudiera ser a primera
vista políticamente correcto puede ser, sin embargo, moralmente
inaceptable”.
En relación al programa presidencial de Sebastián Piñera que habla
de regular las uniones de hecho dijo que “una promesa cuyo cumplimiento
causa grave daño a las personas, carece de validez y no obliga en
conciencia”.
En la misiva el cardenal aprovechó la oportunidad de criticar al ex
presidente Ricardo Lagos por su apoyo al divorcio vincular, pues ello
llevó a la “relativización y banalización del vínculo matrimonial”, así
como a Michelle Bachelet , toda vez que al “liberalizar la
distribución de la píldora anticonceptiva”, favoreció “conductas
sexuales irresponsables, egoístas y pecaminosas en la juventud”.
Medina puntualizó a Larraín que “me asiste la convicción de que mis
hermanos en el episcopado, así como muchos católicos se sentirán
sustancialmente interpretados con lo que dejo expuesto. Estoy seguro de
nuestro común amigo, Jaime Guzmán, abría estado de acuerdo con mis
planteamientos”
REACCION DEL MOVILH
El Movilh calificó a la misiva de
“delirante y ofensiva contra la dignidad de las personas y de todas las
parejas que conviven, sean homosexuales o heterosexuales. La fijación
que tiene Medina por imponer al matrimonio heterosexual como única
forma válida de amar y construir familia, refleja un desprecio inhumano
hacia la diversidad social”.
“Responsabilizar a la regulación de las uniones del hecho por los
quiebres matrimoniales o por la decisión de las parejas de convivir sin
casarse, explicita una fanatismo y autoritarismo extremo que no ahorra
en el uso de calificativos que denigran, humillan, ofenden y que por si
solos se constituyen en una violación a los derechos humanos”, redondeó
el Movilh.
El movimiento de minorías sexuales sostuvo que “Medina y su obsesión
homofóbica quiere que dos millones de convivientes se mantengan en la
total indefensión jurídica y social y sigan siendo considerados familias
de segunda clase sólo porque no comulgan con sus sesgadas visiones de
lo correcto e incorrecto, rayando en una la demencia e inmoralidad que
se sustenta en la ignorancia o derechamente en la falsedad”.
El Movilh añadió que “Medina interfiere además en el Estado laico y
al hacerlo viola al mismo tiempo derechos humanos. Es por esta razón,
que insistimos y seguiremos insistiendo en que las iglesias no pueden,
ni deben interferir en la elaboración de las políticas públicas y leyes
que en nada se relacionan con sus intereses”.
“El AVP, no tiene relación alguna con las religiones. Regula
aspectos vinculados a las distintas formas de amar y vivir la
sexualidad, justamente los planos donde la Iglesia no tiene calidad
moral para dar consejos, ni menos para hacer exigencias, pues cada vez
que interviene en estos planos sólo viola derechos humanos, y en medio
de un obsesión con las prácticas sexuales y hasta con la genitalidad de
otras personas”, puntualizó el Movilh, tras instar al presidente de la
Conferencia Episcopal, Ricardo Ezzati, a “aclarar cuáles de los puntos
de esta lamentable carta de Medina comparte o no”.