Monseñor Ricardo Ezzati visitó la cárcel de Punta Peuco ¿Consecuencia o contradicción?

Como un regalito de Pascua recibieron los ex militares que cumplen condena por violaciones a los Derechos Humanos en el penal de Punta Peuco, la visita que realizó Monseñor Ricardo Ezzati, el sábado 7 de abril.

Monseñor Ezzati decidió compartir con ellos una ceremonia en la que participaron además, familiares de los detenidos, los gendarmes y hasta el alcaide del lugar.

¿Consecuencia o contradicción?

La pregunta que obviamente se me viene a la cabeza después de enterarme de este hecho es ¿Consecuencia o contradicción? Ya que por un lado la iglesia es una organización que tiene las puertas abiertas para todos, incluidos violadores de Derechos Humanos, y por esto unos dirán es “Consecuencia”, pero por otro lado Monseñor Ezzati no visitó nunca al fallecido joven Daniel Zamudio y por eso uno diría "Contradicción".

Es decir, la iglesia tiene una mano abierta para el mundo heterosexual (incluyendo a los violadores de Derechos Humanos) y otra mano cerrada para el mundo homosexual (incluyendo a personas atacadas supuestamente grupos neonazis).

Es aquí donde nace una segunda pregunta ¿Por qué Monseñor Ezzati puede visitar una cárcel donde descansan personas condenadas por violaciones de Derechos Humanos y no puede ir a visitar a un joven víctima de esos maltratos? ¿O es que acaso hay doble estándar?

Quizás con el tiempo se respondan estas preguntas o quizás no.