Lactancia materna como forma sustentable de alimentación

04 Agosto 2020

La lactancia es el mejor alimento que el ser humano puede recibir en los inicios de su vida y debe ser el único alimento proporcionado al recién nacido y hasta mínimo los seis meses.


Sandra Ramírez >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Ciudadano

La celebración de la Semana Mundial de Lactancia Materna se desarrolla en más de 120 países del mundo, instaurada oficialmente por la Organización Mundial de la Salud y UNICEF. Tiene por finalidad conmemorar el acuerdo de la firma de la Declaración de Innocenti realizada en 1991, la cual declara la  protección, fomento y el apoyo de la lactancia materna en los distintos países del mundo. (1)

Leer también: Alteraciones menstruales en pandemia: ¿Es normal?

El lema de la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2020 a celebrarse este 1 al 7 de agosto es: “Apoyar la lactancia materna contribuye a un planeta más saludable”, enfatizando con esto la importancia de la difusión y educación en mantener la lactancia materna el mayor tiempo posible, considerándola factor protector del ser humano que está en crecimiento, como también el impacto que genera a nivel medioambiental el disminuir el uso de fórmulas artificiales y la cantidad de procesos que se requieren para su fabricación. Dichas fórmulas son la segunda línea de alimentación para un bebé, la cual sólo debe ser administrada en casos específicos en que a pesar de todos los esfuerzos y ayuda posible, la madre no logra instaurar una lactancia exitosa o en caso de impedimento por diagnósticos médicos incompatibles con la lactancia, como lo es el VIH.

La lactancia es el mejor alimento que el ser humano puede recibir en los inicios de su vida y debe ser el único alimento proporcionado al recién nacido y hasta mínimo los seis meses, posterior a ello se considera igualmente importante, adicionándole los alimentos complementarios hasta los dos años. La leche materna es un alimento complejo, vivo y completo el cual tiene características específicas para cada bebé que nace, siendo diferente, por ejemplo, la composición de una leche que una madre produce para un bebé de término que para un bebé prematuro en términos de porcentaje de grasa, agua, proteínas, anticuerpos, etcétera.

La lactancia es un acto en el que se involucran varias hormonas humanas, entre ellas la oxitocina, conocida como “la hormona del amor”, la cual se secreta en condiciones de satisfacción materna, siendo su porcentaje más elevado posterior al nacimiento del bebé y es la que logra activar receptores que producen el “enamoramiento” madre-hijo las primeras dos horas de vida, teniendo como reflejo involuntario el tomarlo y llevarlo directamente al pecho, en donde el recién nacido en condiciones normales comenzará a buscar para encontrar el pezón materno e iniciar la succión del mismo. Es por ello que el niño o niña no sólo succionará en momentos de hambre si no que también lo hará en momentos en que necesite de su madre para sentirse seguro y protegido.

Por otra parte, la leche materna potencia el desarrollo sensorial y cognitivo de los niños y niñas, siendo además el alimento clave para la supervivencia infantil ya que reduce la mortalidad de los niños menores por enfermedades frecuentes en la infancia, tales como la diarrea o la neumonía.

La lactancia materna también contribuye a la salud y al bienestar de las madres, ayudando a espaciar los embarazos, reduciendo el riesgo de cáncer de ovario y de mama, aumenta los recursos familiares y nacionales.

La lactancia materna es un acto natural, pero al mismo tiempo es un comportamiento aprendido. Numerosas investigaciones han demostrado que las madres y otros cuidadores necesitan apoyo activo para iniciar y mantener prácticas apropiadas de lactancia materna. (2)

En la actualidad existen muchos grupos de apoyo a la lactancia materna conformados por madres que están en proceso de amamantamiento y que con su experiencia apoyan a otras mujeres, en cada comunidad las mujeres pueden buscar apoyo como también especialistas asesoras, consejeras y promotoras de lactancia materna. Cada una, desde su formación, apoyan e identifican dificultades específicas para así disminuir la decisión de rechazo al amamantar por desinformación o escaso acompañamiento en el proceso más sensible de la maternidad.

En síntesis, la lactancia materna es una fuente de nutrición sustentable, que no tiene impacto ambiental al no contaminar ni depredar, a diferencia de la alimentación con fórmulas lácteas cuya industria ejerce presión sobre los recursos naturales, contribuye a aumentar las emisiones de carbono y al cambio climático.

Artículo redactado en conjunto con la matrona Sandra Navarro Rickemberg.

Referencias

1. https://www.minsal.cl/semana-lactancia-materna/

2. https://www.who.int/nutrition/topics/exclusive_breastfeeding/es/