FIA recibió reconocimiento por su aporte al rescate de la papa nativa chilota

20 Febrero 2015
Desde 2004, la Fundación para la Innovación Agraria trabaja por el rescate de este patrimonio alimentario, junto con potenciar su inserción en los mercados para que los agricultores de la isla fortalezcan su comercialización, obtengan mejores resultados productivos y económicos.
Equipo El Repuertero >
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En el marco de la conmemoración del aniversario 245 de la comuna de Puqueldón (isla Lemuy), en Chiloé, el municipio local entregó un reconocimiento a la Fundación para la Innovación Agraria y a otras instituciones que han colaborado con los agricultores de la zona en la protección y rescate de las diversas variedades de papa nativa. De acuerdo a lo señalado por Marcia Moncada, jefa técnica de Prodesal de Puqueldón, esta distinción es una respuesta al “gran trabajo que organismos públicos y privados han llevado a cabo junto a los campesinos locales para poner en valor a la papa chilota”. Cabe destacar que desde el año 2004, FIA ha apoyado iniciativas orientadas a otorgar protección jurídica a las papas nativas a través del registro de variedades, conocer sus características organolépticas, funcionales y nutricionales, y recuperarlas para que los agricultores chilotes puedan producirlas y llegar al mercado. Actualmente, la Agrupación de Guardadores de Papa Nativa “Delicias de Lemuy para el Mundo”, está integrada por 32 agricultores, y prontamente Prodesal comenzará a trabajar con otros 30. “Junto a ellos ya tenemos en campo 102 variedades de papas nativas y otras 90 están en proceso de limpieza de enfermedades virales en INIA”, explicó Moncada. Según explicó Fernando Contreras, ejecutivo de innovación agraria de FIA, apoyar toda iniciativa que tienda a proteger el patrimonio genético del país, ya sean especies, razas y/o variedades, animales y vegetales, es de una alta prioridad para la Fundación, pero también lo es crear nuevos productos y darles valor. “De esta manera los esfuerzos tendrán proyección y sostenibilidad en el tiempo”, señaló. En la ceremonia realizada en Lemuy, además de Fernando Contreras en representación de FIA, recibieron la distinción representantes de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Austral de Valdivia, del Centro de Estudios y Tecnología (CET), y de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Una gira que dará frutos Dos días después de la ceremonia en Puqueldón, en Castro tuvo lugar la presentación final del proyecto “Gira técnica de captura de conocimientos del cultivo de la papa nativa andina”, otra iniciativa financiada por FIA en la isla y patrocinada por el municipio local, que permitió a 14 mujeres integrantes de la Cooperativa Campesina de Productores de Papa Nativa de Chiloé visitar el Centro Internacional de la Papa en Lima y Huancayo, Perú, y conocer diversas experiencias exitosas de escuelas y asociaciones campesinas del vecino país. Según la coordinadora de la gira, Ximena Gallegos, “el gran aprendizaje lo dio el grupo y el conocer la visión de nuestros hermanos peruanos sobre el cultivo, preservación y cadena de valor de su papa nativa”. Gallegos no duda que lo aprendido en la gira dará frutos en el corto y mediano plazo. “Nos entregó herramientas para comparar, reconocer, valorar y emprender nuevas iniciativas en la producción de papas nativas, conocer los esfuerzos internacionales en la preservación del material genético, apreciar el trabajo de las comunidades andinas por dar valor comercial a sus cultivos ancestrales y sorprendernos con la incorporación de la papa nativa en el mundo de la gastronomía”. Por su parte, las agricultoras catalogaron la experiencia como altamente provechosa. A Yolanda Millapichún le llamó especialmente la atención el banco de germoplasma del Centro Internacional de la Papa y la Escuela de Chefs que promociona la papa nativa. “Me gustaría que nosotros en Chile y ojalá en Chiloé pudiésemos tener un banco de germoplasma de papa nativa”. Visión similar tiene Marina Calisto, a quien impactó las condiciones de trabajo de los campesinos en el Perú y la falta de acceso a asesorías técnicas y proyectos. Sin embargo, pudo constatar que “están más adelantados que nosotros respecto al conocimiento del valor alimentario y sus virtudes para la salud, lo que les permite aplicarlo en las cadenas alimentaria y gastronómica”, comentó. Finalmente, Fernando Contreras relevó la importancia de iniciativas como las de Castro y Puqueldón, afirmando que el rescate del patrimonio genético es fundamental para resguardar la biodiversidad que asegurará las fuentes de alimento a las futuras generaciones. “Las especies solo se protegerán si se protege la diversidad genética, en ello radica su fuerza y su sobrevivencia futura”. Al origen La presencia de la papa en el continente americano data de hace miles de años, mucho antes de que el ser humano habitara estos territorios. Hoy es posible encontrarla desde el sur de las Rocallosas (Estados Unidos) hasta Chiloé por el sur. Los pueblos originarios comenzaron a domesticar dichas especies generándose diversos centros de importancia. Uno de ellos se ubica en una zona cercana al lago Titicaca, que corresponde al actual altiplano chileno, peruano, boliviano y argentino. Otro centro importante de domesticación de papa es Chiloé. Por tal motivo, en Chile hace varias décadas diversas instituciones, públicas y privadas, trabajan en la protección y conservación de un germoplasma chileno de papas, cuyas variedades han sido recolectadas por todo nuestro territorio, llegándose a identificar cerca de 300 variedades a través de descripciones morfológicas, electroforesis y marcadores moleculares.