En marzo comienza la verdadera transición

26 Febrero 2013

Estamos viviendo en la realidad social actual uno de los cambios sociales, ideológicos y políticos más importantes de la historia moderna contemporánea de Chile

Andrés Gillmore >
authenticated user

Lo que estamos viviendo seguramente será estudiado en 30 años más en las universidades como un acontecimiento de importancia vital para lo que seremos en el futuro y se le puede llamar, la verdadera transición.

La distorsión de la política que excluyó sistemáticamente a la ciudadanía por no considerarla útil y sólo una carga, son hechos que hoy en día se han convertido en variables importantes de decisión, que han afectado el orden político a corto y mediano plazo pero en forma positiva, porque nos ha propuesto la evolución y la proyección de las ideas en función del bien común.

En pocos días se dará comienzo al mes de marzo, iniciaremos un año 2013 que será muy convulsionado. Que en teoría traerá consigo grandes cambios teóricos y prácticos en las formas en como nos relacionamos con el poder y los gobiernos y los futuros lideres, que suponen representarnos. Los ciudadanos nos hemos dado cuenta que el modelo económico que tanto orgullo nos dio hasta hace unos pocos años atrás, era sólo un formato manipulado por un grupo minoritario que encontró en nuestra omisión un punto de enriquecimiento y de malos manejos. Aprovechándose de nuestra vulnerabilidad y buena fe, que fue la fermentación final de una voz que hoy necesita ser escuchada, si se quiere de verdad pavimentar el camino hacia el desarrollo y no sólo al del crecimiento. De un hecho que ha traspasado las posiciones ideológicas y políticas, entrando en los dominios de la ética, la moral y las buenas costumbres que tanta falta nos hace, por un modelo económico que invariablemente solo quiere obtener ganancias entregando lo mínimo a cambio.

La culpa fue de nosotros los de la generación nacida en los años sesenta, que no tuvimos conciencia de las cosas importantes. Pensamos que porque teníamos acceso a bienes materiales estábamos bien encaminados. Aceptamos con naturalidad algo que sabíamos, en el fondo de nuestras conciencias, no podía estar bien y no quisimos ver más allá. La generación conocida como generación Pinochet se entrego rendida ante la esperanza de que todo estaba solucionado solo porque habíamos recobrado la democracia y habíamos elegido a los políticos que harían parte del congreso en elecciones democráticas y que serian los guardadores de los valores del bien común, de la ética y la moral. Pero la verdad que era sólo la primera etapa y engreídamente creímos que todo estaba solucionado cuando no era así.

No dijimos nada cuando salieron las Universidades privadas como pelos en la sopa de un restaurant barato, con el claro objetivo de lucrar aunque la constitución lo prohibía y de verdad lo sabíamos, pero nos dejamos estar. Nunca fue un secreto para nadie las irregularidades y malamente creímos que al fin la Universidad era para todos. No nos importóque cualquier grupo económico con pizarrón y tiza a cuestas se hiciera llamar universidad, aunque sabíamos que para ser una Universidad de verdad también se necesita invertir en investigación y ser un aporte a la sociedad con educación de calidad y no sólo ser una máquina de ganar dinero repartiendo cartones, permitiendo que se jugara con la esperanza y los sueños de cientos de familias de clase media que entregaron su vida para pagar los codiciosos aranceles y generar de paso una riqueza mal ávida.

No dijimos nada a nivel de país cuando los ayseninos denunciaron que una trasnacional como ENDESA España se habia apropiado de los derechos de agua de toda la región de Aysén de forma fraudulenta e ilegal, en lo que hoy es reconocido como un atentado en contra de los derechos básicos de los habitantes de Chile y nos transformamos en el único país del planeta en privatizar sus aguas y no tener injerencia alguna en su forma de uso.

Tampoco nada dijimos ante la continuidad de la municipalización de la educación pública que habíamos heredado de los militares. Todos teníamos claro su ineficiencia sobre todo en regiones donde el futuro de miles de muchachos queda en las manos de un alcalde que a veces poco y nada sabe o entiende del tema y solo busca administrar su municipio.

Nada dijimos cuando nos asociamos al MERCOSUR en el año 1991 y con ello quebró toda la industria textil chilena y gran parte de la producción ganadera del país, que posibilitó entre otras cosas la quiebra del mercado nacional de la carne y mucho hombre de campo quedo literalmente en la calle y para sobrevivir tuvo que vender sus tierras para comer en las cuales habia vivido por generaciones.

Lo mismo sucedió cuando el gobierno de Eduardo Frey-Ruiz Tagle cambió la matriz energética de Chile a gas natural argentino y lo presentó al país como la solución total a los problemas energéticos. Sabíamos perfectamente que Argentina no tenía la capacidad técnico-profesional para suministrarnos gas en forma adecuada. Hoy precisamente por ese error imperdonable, ha posibilitado más termoeléctricas en el norte y HidroAysen en Aysén en el sur austral y de pasada creamos el concepto de “regiones sacrificables”.

Nos omitimos cuando el actual gobierno luego de ser 20 años oposición, a sabiendas de todas las irregularidades heredadas por la administración de la concertación que justificaron su llegada al poder, no llegaron con un plan de acción adecuado y con un protocolo de trabajoen los temas que precisamente hoy estamos exigiendo soluciones y hemos tenido más de lo mismo, sólo que con una visión diferente y de paso aprovecharon de privatizar lo poco que quedaba, un ejemplo es Agua Andinas, que era una de las pocas empresas estatales que se financiaba y generaba ganancias y que el 40 % de la operación de CORFO se financiaba con esos fondos.

Hoy de una u otra manera todo eso ha empezado a cambiar, la ciudadanía se ha dado cuenta de la “verdad verdadera”, demostrando que el ciudadano común ha madurado y se ha tornado consciente de su verdadera proyección. Tal vez podamos discutir la forma y los procedimientos en cuanto a los protocolos y en como se ha materializado la intención de la pretendida reforma del modelo de desarrollo por parte de la ciudadanía, pero no el problema de fondo que es real y necesita ser remodelado y necesita rediseñar una nueva constitución, más de acuerdo a los nuevos tiempos y de los desafíos que vendrán.

Hoy la rebeldía ciudadana que se respira en el país es transversal a las ideologías políticas y las clases sociales, es ante todo hacia el modelo de desarrollo político, social y económico, que quiere crecimiento y no desarrollo.

Hoy vivimos la verdadera transición de una etapa necesaria, con muchos costos sociales, con grandes desafíos y fundamentales procesos de aprendizaje que no son fáciles, pero que a pesar de todos los reveses y desaciertos que no han sido pocos por parte del mundo ciudadano y su movimientos, existe el entendimiento final de lo que somos y de lo que queremos por primera ves en muchas décadas de historia, sin falsas ideologías de cara a la verdad. Aun se ve lejos el destino final, pero el mundo ciudadano tomo conciencia de lo que quiere y como lo quiere.