Crisis sanitaria: el medio ambiente no puede pasar a un segundo plano

04 Mayo 2020

La naturaleza no necesita de nosotros pero nosotros sí de ella.

Equipo El Repuertero >
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A propósito del Día de la Tierra la semana pasada, fue un momento oportuno para poner sobre la mesa temas relacionados al medio ambiente y a su cuidado. Esta crisis sanitaria no ha hecho más que abrirnos los ojos para darnos cuenta que la tierra necesitaba un respiro: el aire está más puro, los animales están volviendo a ocupar sus hábitats y la huella de carbono ha disminuido. Ya lo decía Greta Thunberg hace algunas semanas: deberíamos combatir el cambio climático con la misma urgencia que el COVID-19 y sus palabras causaron el mismo efecto de siempre: incomodidad y silencio.

“Esta crisis sanitaria ha demostrado la vulnerabilidad de nuestros sistemas ante las crisis, y hoy discutimos cómo se reactivará la economía al salir de esta que estamos viviendo. No podemos volver a tomar las mismas decisiones para estimular lo que entendíamos por crecimiento; sería tropezar con la misma piedra. Y está claro que estas decisiones determinarán la salud futura, el bienestar y la estabilidad de las personas y del planeta”, escribió Eugenio Rengifo, director Ejectuvo de Amigos de los Parques en Ladera Sur.

En un entorno privilegiado como lo es Los Lagos, tal vez es hora de tomar las riendas y generar acciones concretas para descontaminar el Lago Llanquihue por ejemplo, abrir más puntos de reciclajes en las distintas comunas, educar a la población para que sean conscientes cada vez que tiran un papel al suelo; en fin, acciones que puedan generar un cambio y desacelerar el cambio climático que se avecina a pasos agigantados.

“A medida que se aceleran los cambios planetarios se hace cada vez más urgente movilizarse activamente para visibilizar esta concepción y desde ahí crear una relación sana entre lo humano y el resto de la comunidad viva; un nuevo trato que permita y promueva la protección de las conexiones que hacen posible la perpetuación de la vida en esta Tierra”, finaliza Rengifo en su columna y no podemos estar más de acuerdo; para seguir viviendo es necesario convivir en armonía con la naturaleza, no hay planeta B.