El papa a favor de unión civil en personas del mismo sexo: Un pequeño paso para la Humanidad, un gran paso para la Iglesia

16 Noviembre 2020

Hace falta una revisión profunda de la moral sexual. Aunque nos parezca que ya no, mucha gente carga cruces, culpas o miedos por la moral sexual católica.

Inma Pérez >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Ciudadano

 

Hace unos días salió a la luz un documental en el que el Papa Francisco manifiesta su preocupación por garantizar la unión civil de parejas de la diversidad sexual.

Leer también: Mujeres excepcionales que marcan la vida de otros

No es la primera vez que sus palabras y gestos reflejan un apoyo a la comunidad LGTB+. Desde la recepción en el Vaticano a James Martin, SJ (autor del libro “Tender puentes”) o sus palabras “¿Quién soy yo para juzgar?” que pronunció públicamente hace unos años.

No son casuales sus intervenciones, no lo han “pillado” desprevenido. Bergolio ya había opinado a favor de la unión civil en Argentina. Pero no es lo mismo que lo diga un obispo tan lejos de Roma, que sea el Papa quien se manifieste abiertamente en un tema tan delicado.

Y es delicado porque no podemos olvidar que la Iglesia es Universal, que Francisco es el líder religioso de católicos a lo largo del mundo. Lo que diga el Papa resuena en Italia, Chile, España…donde está aprobado el Acuerdo de Unión Civil, pero también en los países en que está penado con cárcel o, peor aún, los 12 países alrededor del mundo que condenan la homosexualidad con la muerte.

Francisco sabe que cada palabra que dice y cada uno de sus gestos son utilizados por un sector eclesial para boicotearlo. Cardenales, obispos, sacerdotes, religiosos/as, laicos/as… de distintos lugares del mundo cuestionan sus palabras o lo acusan de hereje cada vez que se muestra compasivo con la Diversidad Sexual.

A muchos/as que formamos parte de la Iglesia, a aquellos/as que soñamos con otra Iglesia… nos parecen insuficientes sus palabras y gestos. Necesitamos actitudes distintas de quienes tienen la misión de “pastorear”. Hace falta una revisión profunda de la moral sexual. Aunque nos parezca que ya no, mucha gente carga cruces, culpas o miedos por la moral sexual católica.

En este sentido, no puedo más que celebrar y bendecir el esfuerzo y tesón de quienes fundaron, impulsan y animan la Padis+ (Pastoral de la Diversidad Sexual en Chile), quienes a pesar de las críticas y cuestionamientos de la jerarquía y grupos eclesiales, se atrevieron a acompañar a quienes se sentían fuera.

Después de las últimas muertes, torturas y discriminaciones del colectivo LGTB+ en Chile, denunciadas públicamente por instituciones como Movilh Chile o Fundación Iguales, creo que aún hay mucho por hacer en este país y, especialmente, en espacios eclesiales donde el tema es muchas veces tabú.

Sabemos que las palabras del Papa son insuficientes, pero no podemos evitar reconocer que lo que dice y hace Francisco, aunque son pequeños pasos para la Humanidad, representan grandes pasos para la Iglesia, una institución bañada en sobredosis de patriarcado durante veinte siglos.