Mes del Orgullo: los dos fallos históricos en Chile

Junio es también conocido como mes del Orgullo, un mes donde se conmemoran los símbolos de lucha por la liberación sexual, asociados a uno de los primeros eventos públicos de resistencia, conocidos como los disturbios de Stonewall: un hecho histórico donde la comunidad LGBT por primera vez se enfrentó a la represión policial.

Dentro de este contexto no podemos dejar pasar los 2 fallos históricos que ocurrieron estas semanas en nuestro país.

Durante la jornada del viernes 5 el Tribunal Constitucional (TC) rechazó el recurso de reconocimiento de matrimonio igualitario a una pareja lésbica, que ya había contraído esta unión en España. La inaplicabilidad de reconocimiento fue  considerado inconstitucional; si bien en el año 2011 se había prohibido un vínculo de esta índole, en esta oportunidad los argumentos aludían a que esto podría dar la posibilidad de “extremos intolerables” y al “matrimonio con niños”. Una justificación que deja en evidencia el prejuicio de la institucionalidad y de quienes la conforman, al entrelazar la idea de matrimonio igualitario con el abuso de menores.

Mientras que este lunes 8, el segundo juzgado de familia de Santiago dicta un fallo en el cual convierte a Attilio de 2 años en el primer niño en Chile reconocido legalmente con 2 madres, el tribunal dio orden al Registro Civil para que este respete y reconozca en los documentos de identificación la filiación entre Attilio y Gigliola Di Giammarino junto a Emma de Ramón. En el 2017 se habría rechazado la inscripción de Emma debido a que el sistema sólo permitía registrar a un padre y una madre. El falló hace mención a que “El deber del Estado chileno es otorgar protección, sin discriminación, a todas las formas de familia"

Al parecer uno de estos Tribunal ha progresado y dejado los prejuicios fuera, dando interés al resguardo de las familias, mientras que el otro sujeto a la actual constitución sostiene la vulnerabilidad y las barreras de reconocimiento que deben enfrentar las personas LGBT. Sin duda, aún nos queda mucho por avanzar en esta materia.