Jerusalema: ¿El nuevo hit del verano?

21 Octubre 2020

¿Puede una canción con una letra religiosa tener más de 100 millones de streams en Spotify y más de 190 millones de visualizaciones en YouTube?

Inma Pérez >
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Parece que en pleno siglo XXI una canción africana que habla de Jerusalén como la ciudad celestial, ha traspasado las fronteras y con un ritmo contagioso, es bailada alrededor del mundo por niños y jóvenes africanos, por influencers, por grandes deportistas y por familias completas. 

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Jerusalema (de Master KG feat Noncebo) es la canción perfecta para comenzar la mañana, para acompañarte en una salida a trotar o empezar a cocinar. Trasmite vitalidad, buena energía, entusiasmo.

En África (por lo menos en Camerún, donde tuve la suerte de estar), la música y el baile son parte de la vida cotidiana, del trabajo en el campo o en la cocina y de las celebraciones. Incluso en los funerales o en las eucaristías se baila al ritmo de tambores y balafones (unos xilófonos grandes de madera). 

Jerusalema viene a traernos algo de esa África que goza con la música, que se deja llevar con el baile, que vibra con lo esencial. Viene a mostrarnos que se puede danzar a pesar de la adversidad, que se encuentra alegría a pesar del dolor.

Jerusalema viene a derribar muchos prejuicios, a cuestionarnos nuestras miradas. La música que nos mueve comienza a llegar del continente que desde la exclusión grita por su libertad y nosotros/as vibramos y sintonizamos con esa música desde su raíz. E igualmente, desde Sudáfrica, Jerusalema viene a trasmitirnos un mensaje espiritual.

 “Por favor ven conmigo y protégeme y no me dejes atrás porque Jerusalema es mi hogar” se repite una y otra vez a lo largo de la canción.

La Jerusalén terrenal es un lugar sagrado para judíos, musulmanes y cristianos, visitado por miles de personas en peregrinación cada año, pero también es una ciudad llena de conflictos, donde se acumula el dolor y el rencor.

“La Jerusalén de arriba es libre, esa es nuestra madre” podemos leer en Gálatas 4,26 y quienes tenemos fe vivimos con la certeza de que encontraremos la libertad, de que encontraremos el hogar también en una vida futura, donde no haya luchas ni divisiones. 

Jerusalema, lanzada en 2019, ha alcanzado el éxito en plena pandemia y no es casualidad. En el 2020, necesitamos más que nunca tener una razón para la esperanza, una certeza de que podremos encontrar el hogar, de que podremos ser libres. Y esa Jerusalén celestial, la podemos empezar a construir hoy.

 

 

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