La empresa en su laberinto

31 Mayo 2021
Un laberinto es un lugar formado artificiosamente por calles y encrucijadas para confundir a quien se interne en él, de modo que no pueda acertar con la salida.
Hay Mujeres >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Aliado
Nueva Economía, Emprendimiento, Regiones. Foto: Unsplash

Por Solange Arredondo, Presidenta de la Fundación DO Smart City y experta Hay Mujeres.


No es exagerado afirmar que tal es la situación en la que muchas empresas se encuentran en sus territorios: incapaces de descubrir el camino que las conecte con las comunidades de las que son parte.


Un estudio realizado por la Fundación DO! SmartCity en el 2020 que entrevistó a equipos directivos de 94 municipios en todo Chile arrojó, entre sus principales conclusiones, la falta de vinculación entre los gobiernos locales y las empresas. ¿En qué se reflejaba tal situación? En una baja inversión en los territorios pero, además, en una escasa relación emocional con ellos. Ambos elementos, el primero, de orden material y el segundo, más intangible, constituyen elementos claves para generar visiones compartidas de largo plazo.


Podemos aterrizar la situación encontrada en el estudio en un lugar específico como Renca. Se trata de una de las comunas más vulnerables de la Región Metropolitana cualquiera sea el indicador económica o de bienestar territorial que miremos.  Sólo basta con recorrer algunas de sus calles para percibir el desempleo, el déficit en cantidad y calidad de viviendas, asi como la falta de espacios públicos y de servicios. Podríamos seguir ampliando el listado de carencias. Y en este mismo territorio de 24 km2 operan 125 grandes empresas, entre multinacionales y grandes corporaciones, que tienen allí asentadas sus oficinas principales, fábricas o centros de distribución. Yendo más lejos, alguna de ellas integra incluso rankings  internacionales como el Fortune 500.   


El caso de esta comuna es un patente, a la vez que doloroso ejemplo, de empresas perdidas en su propio laberinto. Con unas de las mayores concentraciones empresariales en su territorio es, al mismo tiempo, una de las comunas que muestra más postergación, por no hablar directamente de desamparo.  Muchas de estas empresas quedaron confundidas en sus muy bien intencionados planes de responsabilidad social o voluntariado corporativo, pero aún no encuentran un camino expedito y genuino que las acerque a esos territorios y a las personas que los habitan.


El empresario turco Hamdi Ulukaya, fundador y CEO  de Chobani, la empresa de yogur más vendida en los EE.UU con ventas que superan los 1.000 millones de dólares al año, compartió parte de su visión empresarial en una charla TED que llamó el Manual del Anti CEO. En él, contradice cualquier cosa que hayamos escuchado de cómo se gestiona correctamente un negocio. Ya no son las utilidades ni los accionistas las prioridades de la compañía, si no que sus comunidades y sus colaboradores, muchos de ellos habitando en esos mismos lugares. "Esta es la diferencia entre las ganancias y la riqueza verdadera", nos dice. Y no son sólo palabras: el 10% de las ganancias de Chobani se donan a filantropía. A ello debe sumarse disruptivas prácticas de su empresa en ámbitos como diversidad, relaciones comerciales con proveedores y cuidado del medio ambiente. 


No existen recetas mágicas, pero si muchos y amplios caminos por construir. Y las empresas tienen los recursos financieros, humanos y tecnológicos para poner en práctica verdaderas revoluciones que ayuden a transformar laberintos en caminos despejados y brechas en puentes. Se trata de transitar hacia la vida digna que todos y todas merecen.