Capitales peruanos tras el salmón chileno

Los buenos resultados obtenidos por la industria salmonera en 2011 han cruzado nuestras fronteras. Atrás quedaron los años en que el virus ISA arrasaba con todo a su paso, no sólo el salmón, sino también el empleo y el comercio.

Hoy, es un nuevo panorama el que enfrenta el sector y ante la necesidad de crecimiento, la apertura a capitales extranjeros es visto como la opción más viable. Trusal, empresa mediana del rubro salmonicultor, proyectaba en 2011 un crcimiento de U$150 millones de dólares, con una producción anual cercana a las 30 mil toneladas.

El problema es que para seguir creciendo hoy se necesita más dinero que antes, fundamentalmente por la necesidad de dispersión de los centros de cultivo, generado por los efectos del virus ISA. Esto ha hecho que para crecer en la producción en 25 mil toneladas, se requieran cerca de U$3.000 dólares por tonelada.

Es ahí cuando los capitales extranjeros asoman como una buena opción y ya hay algunos interesados. Grupos peruanos relacionados al negocio de la harina de pescado ya tuvieron conversaciones con Trusal en 2011 y ahora vuelven a la carga con la firma nacional avaluada en U$70 millones de dólares.

Así, el viento parece soplar nuevamente en favor de la industria que, esperemos que esta vez, no cometa los mismo errores de antes y se privilegie un negocio sustentable por sobre el dinero rápido.