Terrores para lectores

24 Noviembre 2021
En esta entrega, les comparto tres clásicos del terror que no son ni Edgar Allan Poe ni H.P. Lovecraft.
Daniel Carrillo... >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Ciudadano
Foto: Pixabay

Frankenstein. Mary Shelley; ilustrado por John Coulthart (Alma Pocket Ilustrados, 2020).

Una de las primeras novelas de terror y ciencia ficción de la historia lleva firma de mujer: Mary Wollstonecraft Godwin –Mary Shelley de casada- escritora inglesa que vivió entre 1797 y 1851. Frankenstein, o el moderno Prometeo, a la postre su obra más conocida, pero no la única relevante, se publicó en 1818 y tuvo su origen en una estancia de tres días en una mansión suiza junto a otros literatos como Lord Byron y John Polidori. Fue en la temporada estival de 1816, el famoso “año sin verano” en el hemisferio norte, debido a una erupción volcánica que generó graves trastornos climáticos.

Ese entorno sombrío fue el ideal para el nacimiento de esta obra, con una trama considerada brillante hasta el día de hoy: Víctor Frankenstein, talentoso estudiante de medicina, logra dar vida a un nuevo ser uniendo partes de diferentes cadáveres. Su criatura, instintivamente buena, termina siendo rechazada por su propio creador y por el resto de las personas. Esta violenta animadversión lo convierte también en un monstruo por dentro, asesino y ávido de venganza.

A todas luces un clásico que ha inspirado un vendaval de otras obras, desde libros, películas e incluso videojuegos y del cual se han planteado recientemente interesantes lecturas desde el feminismo. En cuanto a esta edición, destacan también las ilustraciones del reconocido artista inglés John Coulthart.

El rey de amarillo. Robert W. Chambers (Edisur, 2018).

Este es uno de los títulos tal vez no tan conocidos de la Colección Maestros del Terror de Edisur. Sin embargo, es el libro de relatos “marca registrada” de Chambers y donde presenta al mundo sus llamados “Mitos de Carcosa”, que tuvieron un evidente influjo sobre H.P. Lovecraft, maestro del terror sobrenatural, y que también se recogen en la serie de TV True Detective, junto a El rey de amarillo.

Esta colección de cuentos fue publicada por Chambers en 1895, compuesta originalmente por diez relatos, de los cuales la presente edición recoge cinco y le suma cuatro provenientes de otros libros del autor. En cada pieza se puede percibir un oscuro espíritu de época que más tarde desencadenaría en los horrores reales del siglo XX. 

Las historias se mueven en torno a una obra maldita, denominada El rey de amarillo, despreciada y censurada en todo el mundo ya que ataca la cordura de quien la lea, como queda claro en El signo amarillo. En tanto, en El reparador de reputaciones, la proyección distópica de la sociedad de 1920 genera una inquietud creciente, de la mano de un narrador muy poco confiable. El resto de los relatos se mueve entre el terror, principalmente psicológico, y lo gótico y romántico.

Te puede interesar: Libros que dicen algo sobre el Chile de hoy, del ayer o del mañana

Otra vuelta de tuerca. Henry James (Edisur, 2020).

También parte de la Colección Maestros del Terror, esta novela es un clásico indiscutido de las historias de fantasmas y una tan escalofriante que su propio autor temía irse a dormir mientras la estaba corrigiendo. 

En vísperas de Navidad, en las afueras de Londres, un grupo de amigos asiste a la lectura de un manuscrito en que una joven institutriz cuenta cómo intentó proteger a dos pequeños, Flora y Miles, de los espectros malignos que habitaban en una perdida casa de campo. Dueños de una extraña belleza, a la vez que extrañamente silenciosos, esos niños parecen ser el objetivo de estos fantasmas, que se acercan día y noche, cada vez un poco más.

Sin embargo, finalmente su cuidadora descubre un hecho que será incluso más escalofriante.  

Esta novela corta, o nouvelle, fue publicada por el escritor estadounidense –nacionalizado británico- el año 1898. Junto a ella, en esta edición se incluyen los relatos breves La leyenda de ciertas ropas, El árbol de la ciencia y El alquiler espectral.