Fondos de Cultura 2020: una invitación perversa

05 Octubre 2020

El Fondo de Cultura 2020 está muy lejos de ser una oportunidad para los artistas de poder continuar desarrollando su trabajo, al contrario se ha convertido en un espacio de pelea y división entre los artistas. 

Álvaro Retamales >
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Como todos los años, durante el mes de septiembre se abren los fondos de cultura,  antiguamente llamados Fondart. La oferta de fondos, modalidades y líneas de financiamiento son bastantes: fondo audiovisual, nacional, regional, del libro, de la música y esperamos que finalmente se apruebe el fondo de las artes escénicas. El sitio perfilcultura.cl funciona de forma operativa y todo el sistema hasta ahí parece super bien.

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El problema surge cuando comenzamos a profundizar en las bases de los fondos concursables. En primer lugar, se observa una trágica relación, indirectamente proporcional, entre la cantidad de fondos y líneas de financiamiento, versus la cantidad de plata que existe para cada uno. Haciendo someras estimaciones, no muy sofisticadas, el fondo regional, en la línea de culturas indígenas entrega 19 millones para toda la Región de Los Lagos, es decir que se adjudican menos de dos proyectos, solicitando el máximo de la línea. ¿Cómo se espera que sean  suficientes dos proyectos para toda la región? es una barbaridad, no alcanza siquiera para una comuna como Puerto Octay, donde el 29% de los artistas declara tener raiz mapuche huilliche.

En virtud de lo mismo, pareciera ser que ha crecido la demanda de documentación y condiciones en las exigencias del programa, que ya era sumamente complejo y prácticamente inalcanzable para algunos de nuestros artistas y cultores, aquí es cuando la situación se comienza a poner fea. Otro ejemplo: el fondo del libro, en su modalidad de creación pide un nivel de exigencias que pareciera ser, conversando con otros colegas, que han sido mañosamente puestos ahí. Para la modalidad creación piden que no sea publicado, que no sean tesis de pre o post grado y que prácticamente los autores que postulen sean inéditos. 

Para muchas personas, trabajadores y trabajadoras de las artes y las culturas de nuestro país, el fondart fue una opción real para realizar obras muy significativas para la cultura nacional. Lamentablemente hoy se ha convertido en un mecanismo de competencia entre artistas que no conduce a nada bueno. al convertirse en prácticamente la única forma en que el estado financia, con nuestros impuestos, el desarrollo de artistas y sus obras, los fondos de cultura se han convertido en una herramienta útil sin duda, pero cada vez más segregador y excluyente, los recortes a los recursos por parte del gobierno, conducen a una competencia descarnada entre artistas, sin ir más lejos, varias autoridades, actuales y pasadas, acusan que los fondos siempre son adjudicados por las mismas personas, esto se debe a varios factores, por una parte los cuoteos políticos y el tráfico de influencias, que sabemos que ocurre, pero más importante aún es la brecha que existe entre nuestros artistas, en términos de conocimientos técnicos en cuanto a formulación de proyectos cultural e incluso limitaciones importantes en alfabetización digital.

No puede ser que haya gente que contrata a otros justamente para que les postulen los proyectos, esto ocurre justamente por lo mañoso que es todo el proceso. Con todo, el Fondo de Cultura 2020 está muy lejos de ser una oportunidad para los artistas de poder continuar desarrollando su trabajo, al contrario se ha convertido en un espacio de pelea y división entre los artistas. Una cosa más que cambiar en este sistema inhumano.

¿Cómo se podría mejorar el sistema de financiamiento, para que la gente se motive a participar y no sea una tortura como lo es para muchos en la actualidad? Primero debemos aumentar los recursos para que este fondo no sea un saludo a la bandera, no puede ser que un fondo indigena financie solo 2 proyectos en toda la Región de Los Lagos, es inconcebible.

Segundo, haciendo que el proceso sea más transparente, generando bases inclusivas y no excluyentes, denunciando el tráfico de influencias y aquellos artistas que cuentan con otros modos de financiamiento, como las grandes productoras de cine por ejemplo, den la oportunidad para que emerjan nuevas obras y artistas. Finalmente, capacitando y orientando a los artistas a postular y así darle efectivamente la oportunidad a otros, porque también tiene que ver con saber postular para poder adjudicarse los recursos.