Hacer un comentario

Si los ecologistas y otras organizaciones se siguen oponiendo a todo, el país quedará bajo una nube negra gracias a las termoelectricas a carbón. No se entiende que estén en contra de un proyecto de energía limpia y renovable. También se oponen a la hidroelectricidad que tambien es limpia y renovable, pero en contraposición manifiestan un desisterés sospechoso a fuentes de contaminación más salavajes con el medio ambiente. Por ejemplo cuando se aprobó el EIA de Hidroaysén miles de ecologistas se tomaron las calles de varias ciuadades y reclamaron por las mismas, en cambio cuando se aprobó Isla Riesco, cuyo carbón de muy mala ley abastecerá a decenas de centrales térmicas en la zona norte y central de país, no más de 150 ambientalistas protestaron por su aprobación. Extraño y curioso ¿no?.