Difícil es entender en nuestro escalafón penitenciario como tres jóvenes Gendarmes son privados de libertad por un delito que nunca cometieron.

Debemos recordarle a la ciudadanía, del lamentable siniestro ocurrido en una  de las varias cárceles hacinadas e indignas donde conviven Gendarmes y personas privadas de libertad, que son un riesgo para la sociedad. 

Se sabe de la riña producida por bandas rivales con elementos peligrosos como son el gas licuado y armas artesanales hechizas, pero poco se dice de la reacción de nuestros colegas, gracias a la cual se pudo aminorar mas fallecidos.

Alguien piensa en las familias de nuestros camaradas que apoyaron el ingreso anhelado a Gendarmería de Chile,  sus hijos que desde hoy deben visitar en el penal de alta seguridad con las mismas restricciones que un privado de libertad ,como pasó a ser de custodio a custodiado por sus propios pares que observan atónicos estas injusticias.

¿Dónde están los verdaderos responsables que han liderado nuestra institución por cuoteo político y cuando están conociendo la realidad penitenciaria son cambiados de servicio? Si se han invertido sumas importantes de dinero en la reparación, mantención de las redes de emergencias, ¿por qué cuando debieron usarse no cumplieron su objetivo de sofocar incendios?.

Como lo relato al inicio del texto se corto el hilo por lo más delgado. Por ello, clamamos justicia y que la ilustrísima Corte Suprema dictamine lo correcto de los hechos. Si la función de los centinelas es dar cuenta de la novedad y ellos cumplieron con el protocolo.