Choferes desaforados: Arriesgar la vida por $350 pesos

Este jueves 28 de febrero, luego de salir de compras con mi hijo al supermercado ubicado en calle Costanera, tomé un colectivo de la línea 51 Crucero Mirasol, patente UP- A3C24, esto por que en este medio me disponía ir a dejar unos víveres a mi domicilio.
Lo que no tenía contemplado era que justo a las 13:10 horas, el chofer de dicho colectivo tenía planeado correr un rally por las calles más céntricas y repletas de autos de Pto Montt.
Este individuo sin ningún criterio, con tres pasajeros atrás y uno adelante, no sólo adelantó a todo lo que se le colocaba por delante, si no, que además cambiaba de pista sin señalizar, todo con una disposición de carecerte que parecía sacada de una película de terror .
Su accionar fue para mi demasiado y pensando en que me acompañaba mi hijo menor, y este individuo nos ponía a los dos en un inminente peligro. Le reclamé, en ese momento adelantaba a 6 autos en Calle de Crucero, unos tras otros en la subida sin ninguna visibilidad. Este demente al volante se dio el lujo darme una charla del buen conducir, jactándose que lo que había hecho era lo correcto. Era tan correcto lo que había hecho que por pocos centrímetos no chocó al auto que venia contrario a él de frente.
Ante esta situación insistí con mi reclamo, y el ya histérico e iracundo caballero chofer, me gritó que no pretendiera tanto por 350 pesos que había pagado.
Le dije que si deseaba suicidarse lo hiciera cuando no viajara con pasajeros, y que yo estaba en mi derecho de exigir que manejara con responsabilidad con seguridad, y que por $350 pesos yo al menos no estaba dispuesta a perder la vida en manos de un histérico.
Allí el chofer que nunca se quedó en silencio y siempre vociferó incongruencias todo el camino, ni bajó de los 70 kilómetros en pleno centro para conducir, y llegó a 90 para adelantar. Me invitó en tono amenazante a que le tome la patente y lo denuncie, cosa que hice. Pero no tenía la patente visible dentro del auto si no por fuera. Debí esperar a bajarme más unos pocos insultos más de su parte, antes de para tomar su patente.
Tanto susto me dio su actitud matonezca, que recurrí a tomar mi celular y hacer como que llamaba a carabineros, porque en algún momento de verdad creí que me atracaría físicamente.
Esta misma carta la envié a la Subsecretaria de Transporte y Telecomunicaciones, donde se me informó que ellos lo único que pueden hacer es denuncia esto ante los directivos de la línea 51 Crucero Mirasol, ósea, de su parte como me señalaron, no son Tribunales ni Carabineros, ellos no pueden hacer nada.
Al mismo tiempo cuando les dije que esto lo haría público, me pidieron que enviara copia de ese material al correo que me dejaron para hacer el reclamo.
Me pregunto:
Si sólo le compete una amonestación al chofer de este colectivo, ante un hecho que a todas luces es un acto delictivo. Yo también manejo y sé de que hablo. Por menos a mucha gente le han cursado más de un parte.
¿Que hace la subsecretaria regional de trasportes además de dar permiso a algunos individuos sin criterio a manejar un auto, donde ojo: se llevan vidas humanas, no animales ni especies?,. entonces quien vela por la seguridad de los pasajeros, si no hay un carabinero cerca al que pedirle auxilio?