Presupuestos Políticos: cuando el que paga es "Moya"

El día 8 de Junio del año 2007, entró en vigencia la nueva Ley de Responsabilidad Penal Juvenil, Ley 20084. Pues bien, de la entrada en vigor de dicha ley, se han suscitado innumerables nudos críticos en lo referente a la atención de los jóvenes, ya sea privados de libertad o en el medio libre, en lo referente a rehabilitación de alcohol y drogas.
Uno de los nudos críticos más insoluble, es el tema de nunca se han podido ocupar todas las plazas de atención, lo anterior por diversas razones, no se han dictaminado las penas accesorias, los jóvenes no logran una continuidad en los tratamientos porque se se hace la revisión de las medidas cautelares y estos quedan en libertad, y otras razones más.
El tema es que los equipos de profesionales que trabajan esta problemática, se encuentran con que al no poder cubrir las plazas conveniadas, no por voluntad propia sino por motivos ajenos a los mismos, se les recortará el presupuesto a partir de Mayo del presente año.
Pues bien, cuando se firmaron los convenios para la implementación de estos proyectos, se nos presentó otro panorama de atención, hasta este momento estos escenarios no se han dado; la implementación de esta ley fue por causas políticas, ahora los pocos profesionales especialistas en el tema de la rehabilitación que estamos en la región, vemos nuestra fuentes laborales amenazadas por decisiones que se toman lejos de la realidad local, lo cual nos perjudica seriamente.
Las preguntas que nos asaltan son las siguientes: ¿Por qué tenemos que ser los operadores sociales los que paguemos los desaciertos políticos?, ¿Hay alguien que de verdad se interese por los problemas que estas decisiones generan?, ¿Existirá a nivel central alguna persona (político), que sea capaz de asumir el error estoicamente?, ¿Como esperan que realicemos nuestra labor, si no contamos con la más mínima seguridad para realizarla?.
De verdad espero que alguien se capaz de asumir el costo político de esta situación y nos facilite la realización de esta tarea importante, que en este caso es para los más vulnerados y siempre mal ponderados pero que como sociedad hacemos poco para subsanar este flagelo.