Bacheletismo-Aliancista y Teoría del Desalojo:políticas de oposición que parecen en las antípodas.

09 Enero 2008
Desconfianza es la sensación que predomina. Una movida sagaz o una sincera vocación patriótica, en el sentido de sobreponer el mayor bien de la nación por sobre intereses partidarios.
Carlos Castaing >
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En tiempo próximo se dilucidan las verdaderas intenciones y la posibilidad que las que nos parecen dos personas transparentes como Michelle Bachelet y Joaquín Lavín logren convencer a sus respectivos aliados que los chilenos nos merecemos gobernantes que comprendan que el roce permanente entre unos y otros es la mayor pérdida de energía para un país, el que estando en la más prometedora encrucijada de su historia, requiere de todos los liderazgos apuntando al proyecto de un país democrático y desarrollado.
Citando a Séneca: “No hay viento favorable para aquel que no sabe hacia dónde va”. Chile dispone de vientos favorables pero quienes gobiernan la nave no logran el necesario acuerdo para fijar el puerto  de destino.
La teoría del Desalojo, recurre a un concepto agresivo, negativo, y es de la más absoluta contradicción con el proyecto nacional. Conseguido el tal desalojo, la actual oposición, ahora al mando de la nave, tendrá la feroz oposición de los “desalojados”, los que desde el primer día de ese eventual gobierno dedicarán toda su energía al desquite y a procurar el desalojo de los nuevos inquilinos que buscaron ese desalojo. Y así, sin fin, un juego de poder por el poder que divide y socava la fe y la energía, llevando al país inevitablemente a la esterilidad, perdiendo este momento crucial que nos podría llevar al desarrollo.