Amigos(as) míos, colegas sementales y hermosas ninfas del bosque, me dirijo a ustedes con el afán hacer algunas aclaraciones respecto a mi edición anterior [6] , ya que han llegado algunas mujeres indignadas a protestar afuera de mi hogar con tenedores gigantes, antorchas y consignas dignas de la inquisición.
Sinceramente, no entiendo el por qué del grado de molestia de estas damiselas listas para lincharme y llevarme a la hoguera virtual, yo no quise ofender a nadie, mucho menos me atrevería a insinuar que existen mujeres más grotescas que Chuck Norris cuando ven a otras mejor vestidas, mientras que nosotros felicitamos al amigo con zapatillas nuevas y le hacemos \'remojo\' como una muestra de cariño fraternal.
Nunca pretendí el mofarme de la creación más bella de la naturaleza, la mujer, sino que por el contrario, hacerlas sentir lo más precioso de nuestra vida, el pilar de nuestros sueños y fantasías, la razón de nuestra mundana existencia. A excepción de las que padecen el ‘Síndrome de Chewaka’, es decir, aquellas que tienen más pelo en los brazos que nosotros. Eso si que es mata pasiones.
Mi única intención fue que las mujeres admitan que uno de los problemas es que ellas siempre desean lo que no somos, ya que, si nos acercamos a conversarles, somos pervertidos y si no lo hacemos, somos pavos. Aún así, se cepillan, arreglan, depilan, etc. sólo para decirnos “No” cuando por dentro gritan “¡Bueno, ya!”. Además, creo es injusto que si ellas son las que deciden cuando hay sexo, seamos nosotros los que tienen que andar con los \'plastificados\'.
Es peor aún cuando se aprovechan de nuestro corazón de hombre bueno; Se te acercan como gatitas coquetas, te prometen la mejor noche de tu vida y de pronto, cuando menos te lo esperas, te enganchan al \'bat factor\', que es sencillamente un apodo cariñoso para la \'amiga fea\', pero que no deja de representar al ente pseudo-fantasmal que desarma todo tu panorama nocturno y que hace que te cuestiones “¿Por qué simplemente no me quedé en mi casa ‘complaciéndome’ con los videos de Lindsay Lohan?”.
En ese momento nuestro primitivo cerebro masculino recurre a sus hábitos más antiguos, atacar o arrancar; Engañarla con el clásico \'voy al baño\' y correr cual gacela galopante, tomarte todo el bar y ponerle mucho empeño, tratar de cambiársela al amigo que te debe luca o simplemente decirle “prefiero hacerme una lobotomía frontal sin anestesia en la posta central, antes que sacar a mis espermios de paseo contigo”. Algo leve.
Quizás no tenga un gusto representativo, pero lo que encuentro más atractivo de una mujer es hacerte sentir en tal confianza que no tienes que aparentar nada, ni siquiera señalar al cielo diciendo “¡Mira, es Superman!”, para distraerla y rascarse las ‘joyas de la familia’. Aunque otras veces también puedes ocupar lo de rascarse el codo con la otra mano diciendo “¡Me pica!”, la cual también es una técnica efectiva para desviar la atención y aprovechar de \'acomodarse la frutera\' como dice Coco Legrand.
En ningún momento pretendí herir los sentimientos de mis idolatradas féminas acusándolas de ser poco tolerantes, pero creo que está demás el decir que, si ustedes se arreglaran las \'lolas\' en público, yo no lo encontraría de mala educación. Mucho menos quise molestarlas haciéndoles sentir que nosotros somos más eficientes, ya que en sólo diez minutos podemos estar listos para cualquier matrimonio y/o funeral. Y con el mismo terno.
Pese a todo lo anterior, sabemos que ellas son la luz de nuestros ojos y que nada podrá reemplazarlas, es por eso que prefiero hacer las paces y confío que podrán redimir a este escritor frustrado que, si algo debe reconocer, es que nuestras princesas tienen una maravillosa capacidad para perdonar y dejar el orgullo de lado... Yo prefiero morir de hipotermia antes que humillarme comprando un “scaldasonno”.
En fin, no tengo la menor idea de quién es la culpa; quizás es de los medios, quizás es de la CIA, quizás es de Dos Francisco, pero lo que está claro es que, así como a nuestras queridas Doncellas las estafaron con el Príncipe Azul, a nosotros nos vendieron bastante bien la pomada de que existen mujeres que le sale sexy el arrancarse los cañones de las piernas.