La patria insospechada: La historia ignorada de Chile

30 Mayo 2016

Una historia cuyos escenarios son tan variados como señeros son muchos de sus protagonistas; incluso algunos héroes muy conocidos, que aquí se despojan de su habitual rigidez sin que Rodrigo Lara deba recurrir a la ficción.

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Una plaza de toros en Santiago, donde brutales crueldades divertían a la elite durante la Colonia. La corrupción y el robo del real ducado. Amanecer sin nariz, manos, orejas, ojos, o pies para ser vendido como esclavo. El secuestro diario de mujeres para cambiarlas por ropa. Angata, la líder de una revolución en Isla de Pascua...
La Patria insospechada da cuenta del lado B, C y D, de la historia de Chile. Capítulos desconocidos rescatados por el escritor y periodista Rodrigo Lara Serrano, que narran una historia de carne y hueso, donde los héroes son bajados del pedestal y donde ocurren una serie de hechos que la historia oficial ha dejado en el olvido.
“Este libro tiene que ver con las historias que se leen desde las fracturas, desde los circuitos de los deseos (las pulsiones) que hay detrás de cada historia y eso lo hace tremendamente interesante”, destaca la psicoanalista Constanza Michelson.
“Sentí que de alguna manera su lectura me hacía replicar la experiencia de Alicia que sigue a un señor conejo. Me encontré de pronto inmersa en una realidad completamente distinta a la que conocía. Episodios que yo creía conocer sufrían de pronto un inquietante desplazamiento. Nicanor Parra tiene un verso donde lo dice de manera más brutal: de pronto mirando por el ojo de la cerradura, descubrí que mi tía paralítica caminaba...”, reflexiona la escritora y académica Cecilia García-Huidobro. 

Una vez leí que los mapuches usaban un hongo para pescar. ¿Cómo?

Lo secaban, molían y lanzaban a los pequeños riachuelos que corren

por esos bosques como nubes verdes estacionadas para siempre sobre

sus tierras. A poco de hacerlo, aguas abajo, los peces envenenados

con aquel polvo misterioso emergían flotando guata para arriba. La

toxina del hongo no afectaba a las personas, así que los animales

eran perfectamente comestibles. Recuerdo la sensación de asombro

frente al dato: aquello era fabuloso. Y también la extrañeza: ¿cómo

no se enseñaba en los colegios o, por lo menos, no era un dato, por lo

singular, conocido? (Rodrigo Lara, prólogo La Patria insospechada).

La historia de un país se torna sorprendente cuando hallamos en sus páginas aquellos episodios que la rutina historiográfica suele dejar de lado, olvidar o desconocer. Son hechos que podrían ser considerados de tono menor pero que, sin embargo, al revelarse, adquieren una vitalidad tan distinta a la de la historia acartonada que aprendemos habitualmente. En la de este libro convergen los datos desconocidos, los entresijos desde donde se puede observar y saborear alguna intriga o la escaramuza de una batalla en la que nadie se fijó aunque resultara decisiva. Entramos en la historia patria, pero de una manera exquisitamente indisciplinada, entretenidísima. Una historia cuyos escenarios son tan variados como señeros son muchos de sus protagonistas; incluso algunos héroes muy conocidos, que aquí se despojan de su habitual rigidez sin que Rodrigo Lara deba recurrir a la ficción. Simplemente él descubre y nos cuenta. Ha encontrado el tono coloquial que La patria insospechada precisa: el que no desdeña la oralidad. Así, la voz narrativa que se escucha en cada capítulo consigue el ambiente de intimidad para que nos acerquemos a lo que no sabíamos. Y lo reconozcamos como algo nuestro, y que -aun ignorado- hacía parte de nuestra experiencia colectiva.