La historia del hombre que solo puede decir “sí” o “no”

05 Enero 2016
Aunque en sentido estricto eso no es totalmente preciso, pues Graham Pawley, quien sufrió un derrame cerebral en 2013, dice "y", "no" y "mmmmm", lo que significa "sí". También hace un sonido como "urr", que significa que tiene algo más que decir. Y tú debes adivinar.
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BBC.- Hablar con Graham es como jugar ese juego en que sólo puedes preguntar cosas que tienen respuestas de "sí" o "no", hasta que adivinas el concepto.

En julio de 2013, Graham tuvo un derrame cerebral que lo dejó prácticamente incapaz de comunicarse. No puede leer bien ni escribir, pero puede entender todo lo que se le dice. No puede mover el brazo derecho y el movimiento de su pierna derecha es limitado, además de doloroso.

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Un derrame cerebral ocurre cuando el suministro de sangre de una parte del cerebro se corta, generalmente por un coágulo que bloquea un vaso sanguíneo.

"La repercusión de un derrame cerebral puede impactar al cerebro en un enorme espectro de formas. La mayoría de ellas alteran la vida", dice Cate Burke, directora asistente de educación y entrenamiento en la Asociación de derrame cerebral.

"La condición de Graham se llama afasia", explica Tony Rudd, director clínico nacional de derrame cerebral del Sistema de Salud Nacional (NHS) de Reino Unido. Es decir, un trastorno del lenguaje gatillado por una lesión cerebral.

"Es poco usual un caso en que alguien quede con daños severos para comunicarse, pero su comprensión no se vea afectada".

Pero puede pasar. "A pesar de que la sección de tu cerebro que controla la comunicación está interconectada de cerca con la que controla la comprensión, son áreas separadas", cuenta Rudd.

"La afasia puede significar dificultad para encontrar las palabras adecuadas, pero puede ser peor, desde casos en que el paciente es incapaz de entender lo que se le está diciendo hasta otros en que es incapaz de expresarse".

El caso de Graham es grave, pero no desconocido. No puede escribir o leer más de dos palabras, pero puede ver televisión y seguir una película. Puede usar el teléfono, pero no textear más de una o dos letras.

La agonía del cambio que experimentó Graham queda de manifiesto a medida que lo vas conociendo. El derrame cerebral significó el fin de muchas cosas que lo definían. "Solía pintar, dibujar, actuar y hacer su propia ropa. Nada de eso lo puede hacer ahora", dice Paul.

Graham tiene capacidades motoras en su mano izquierda como para usar su iPad y cargar su máquina enroladora de cigarrillos, pero no puede hacer movimientos complejos.

Graham trabajaba de ingeniero mecánico, pero también disfrutaba haciendo arte callejero. Hay videos en YouTube de él tocando la armónica.

Paul Webley es el coordinador de cuidadores en Puertas Abiertas, una ONG que ayuda a gays y lesbianas sobre 50 años. "Recibí a Graham en enero", cuenta Paul. "En vez de buscarle un cuidador decidí cuidarlo yo mismo".

Paul ve a Graham cada dos sábados. "Era un caso poco común y necesitaba un compañero gay", cuenta Paul. "Entré y pensé: '¡¿Cómo voy a hacer esto?!'. Dos horas después sentí que habíamos hablado durante horas".

Él y Paul van a galerías o de copas cuando se ven. "Una vez me llevó a la iglesia que va en Soho", dice Paul. "El vicario estaba feliz de verme, ni siquiera sabía el nombre de Graham o su historia".

Para muchos es muy difícil de comprender y prácticamente imposible ponerse en el lugar de Graham. "La afasia extrema es peor que ser dejado solo repentinamente en otro país, con otro idioma y otra forma de comunicación", explica Rudd.

Pero en el caso de Graham, está relativamente cerca de la normalidad que conocía. Puede entender todo y, a pesar de que sólo pueda responder con "sí" o "no", no está aislado. La gente siempre puede adivinar lo que quiere decir.

A futuro, ¿qué es lo que Graham quiere? ¿Pintar, leer volver a hacer abrigos? "Mmm, mmm, y urr…". Hay algo más.

"Amor. Un novio, tener citas", comenta Paul.

"Mmm, mmm", dice Graham.

"Me pidió que contactara a alguien que solía ver antes de tener el derrame cerebral, pero parece que se fue de Londres. Hay un montón de apps de citas, pero creo que para Graham tiene que ser alguien que se conozca en persona".

"Ese es el siguiente paso", dice Paul. "Le encantaría volver a tener una relación, como a cualquier otra persona".

Fuente: BBC Mundo