Coqueluche o tos convulsiva: Sepa como prevenir y reconocer sus síntomas

05 Octubre 2017

En niños menores de tres meses puede producir apnea, de allí su gravedad y especial atención en la vacunación correspondiente.

Equipo El Repuertero >
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Coqueluche o tos convulsiva: Cómo prevenir y reconocer sus síntomas

La muerte de tres lactantes en 2017 en la Región del Maule por coqueluche, conocido también como tos convulsiva, despertó preocupación en la población para advertir los síntomas y saber cómo prevenir esta enfermedad.

¿Qué es el coqueluche? 

Al respecto, la Dra. Nelly Baeza, directora del Centro de Salud Pública de la Universidad Central, explicó que el coqueluche es una enfermedad infectocontagiosa producida por la bacteria Bordetella pertussis, caracterizada por tos en accesos, y que dura más de siete días.

“En niños menores de tres meses puede producir apnea, de allí su gravedad en estos casos. El coqueluche llega a ser mortal porque puede producir insuficiencia respiratoria, ya que la tos no permite que la persona oxigene su sangre, sobre todo a los menores de tres meses y adultos mayores”, indicó la profesional. 

La tos en accesos causa vómitos, rubicundez y cianosis muchas veces; y no suele presentar fiebre. Afecta a las personas susceptibles, es decir, menores de tres meses, adultos mayores y a quienes no recibieron las dosis totales de vacunas. 

En este contexto, el principal mecanismo de prevención del coqueluche es vía vacunación, disponible a través del Plan Nacional de Inmunizaciones en forma gratuita.

“Son varias dosis para obtener una inmunidad duradera, por ello es importante completar los ciclos requeridos, que en el caso de la Bordetella  pertussis son cinco: a los 2, 4 y 6 meses, con un refuerzo a los 18 meses y 1° básico”, agregó Baeza.

Ante la sospecha de la enfermedad, se debe consultar a un médico de inmediato, especialmente en niños menores de 1 año y adultos mayores.

Finalmente, si se tiene un cuadro de tos en accesos sin fiebre, la doctora recomienda proteger con el antebrazo la boca para que no se disparen las gotas con la bacteria a otras personas, así como el lavado de manos y la ventilación de los espacios.

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