Allanar el camino para un nuevo paradigma

13 Julio 2020

Desde el mes de mayo, Cuenca Sostenible comenzó la aplicación de su primera encuesta, con el objetivo de conocer mapear las iniciativas que hoy están trabajando para el desarrollo sostenible de la cuenca del lago Llanquihue. 

Rocío Alvarado >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Ciudadano

Hasta el 15 de junio se habían recibido 89 respuestas de la primera encuesta de Cuenca Sostenible, que busca mapear las iniciativas que hoy se están trabajando para el desarrollo sostenible de la cuenca del Lago Llanquihue, y con este corte se hizo un primer análisis de los resultados.

De este análisis se desprenden varias cifras que son interesantes de observar y considerar. Me concentraré en dos aspectos en particular, referentes a la colaboración entre organizaciones y a las necesidades que identifican.

Respecto a la colaboración, los resultados son muy alentadores. El 90% de las organizaciones está de acuerdo con la afirmación “Si logramos trabajar de forma articulada podremos generar un cambio hacia el desarrollo sostenible”, y un 79% sostiene que “en nuestra organización o iniciativa nos hemos propuesto desarrollar un trabajo colaborativo con otras organizaciones de la cuenca”.

Es decir, la voluntad de articularse y colaborar está muy arraigada en la cultura de quienes responden. Sin embargo, hay una percepción de que el ambiente no está del todo comprometido o informado respecto a la necesidad de trabajar por el desarrollo sostenible, lo que queda de manifiesto cuando el 53% de las organizaciones concuerdan con que es una necesidad contar con una mayor disposición de parte de los municipios para avanzar en dicho sentido, y a su vez un 38% cree que hay una necesidad de mayor compromiso por parte de los habitantes de la cuenca para lo mismo.

Me quiero detener en estas últimas dos cifras, pues nos ayudan a comprender dónde debiéramos enfocar el trabajo de Cuenca Sostenible para allanar el camino. Cuando hablamos de trabajar a nivel local, y deseamos generar un modelo de desarrollo para la cuenca, es medular lograr un conocimiento y consenso transversal. Hasta hoy, para quienes nos hemos desempeñado en sectores vinculados a las nuevas economías o sostenibilidad, hay un lenguaje común. Sin embargo, no hemos sabido traspasar estos conceptos a quienes están en los espacios de poder ni a quienes toman decisiones en el día a día que sin duda afectan la vida de todo el ecosistema.

El concepto de desarrollo sostenible todavía está en una cúpula, y creo que no me equivoco cuando digo que la mayoría de las personas cree que apunta sólo a la conservación del medio ambiente. No podemos pretender que toda la población pueda definir este concepto, sería un absurdo. Pero sí podemos pretender que los objetivos que están tras de él sean asumidos como un nuevo paradigma.

Parece insólito tener que incluso plantearlo así, un nuevo paradigma, pues claro, el paradigma actual ha producido inequidades estructurales que aumentan día a día (más concentración de dinero en pocas manos, más pobreza en cada vez más personas), una crisis climática sin precedentes, crecimiento sin planificación de zonas urbanas, y tantas otras situaciones a las que tristemente nos hemos acostumbrado o las han disfrazado de cifras macroeconómicas alentadoras.

¿Cómo hacer para desacostumbrarnos y empezar a trabajar para cambiarlo?

Es una pregunta para la que no tengo una respuesta. No hay una fórmula o un camino trazado, y sin duda requiera acciones a distintos niveles. Sí me da mucha energía saber que hay por lo menos 89 organizaciones con las que podemos unir fuerzas para seguir insistiendo en forma casi majadera, que si no cambiamos nuestra forma de vivir, producir, consumir y trabajar, no hay futuro posible.



Galería Imágenes

  • Allanar el camino para un nuevo paradigma
  • Allanar el camino para un nuevo paradigma