Expertos realizan crítico balance a promesas de gobierno de Sebastián Piñera

21 Mayo 2013

El descontento social, la desigualdad, las deudas en materia laboral y de salud serían sellos característicos del gobierno de Sebastián Piñera, a pocas horas de realizar su última cuenta pública. 

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A pocas horas del último mensaje presidencial de Sebastián Piñera, son múltiples los temas a los que podría referirse, sellando los últimos meses de su administración. Pero considerando los pocos meses de gobierno que le quedan al Presidente, Cristina Escudero, Coordinadora del Magíster de Ciencia Política del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, apela a que en este discurso de 21 de mayo no se debieran generar más promesas, sino centrarse en cumplir lo ya propuesto y dar un sello distintivo a su administración, como lo fue la reforma al sistema de salud de Lagos o al sistema previsional, de Bachelet.

En ese sentido, Escudero explica que uno de los principales problemas de Sebastián Piñera es su manejo de las expectativas. “El 1 de mayo, para el Día del Trabajador, él hizo una cadena nacional y prometió proyectos nuevos en cuanto a la agenda laboral, cuando ni siquiera han salido los proyectos que prometió al principio. Entonces, efectivamente, es un gobierno que hace grandes comunicados y anuncios con la dificultad que tiene decir que se han cumplido y la complejidad que tienen los sistemas políticos para cumplir sus promesas ya que estamos en un sistema democrático y las cosas se discuten en el Congreso, por lo que los procesos son lentos”, advierte.

Pero pese a las críticas, el gobierno de Piñera ha cumplido la mayoría de las promesas legislativas realizadas en los tres últimos años. Así lo comprueba la Fundación Ciudadano Inteligente, quien por tercer año consecutivo realizó un estudio de cumplimiento de promesas de gobierno en materia legislativa, desprendido de los discursos presidenciales del 21 de mayo.

Si bien la Fundación destaca un cumplimiento del 74% del total del discurso de 2012 a la fecha, Daniela Tejada, encargada de estudios de Ciudadano Inteligente apela a que “en el fondo, las promesas son para cumplirlas. Si en el discurso están explícitos algunos compromisos para la gestión, entonces no es un logro extraordinario que en estos momentos, que ya está terminando el gobierno, se hayan cumplido, sino que es parte de lo que significa la administración gubernamental: cumplir lo que se prometió”.

Por otro lado, “en la cantidad de promesas o en las promesas en particular que se están explicitando en el discurso y en la forma cómo se les da cumplimiento no se está reflejando necesariamente la calidad de éstas. Lo que nosotros sí tenemos es un análisis de coherencia, es decir, que el proyecto de ley asociado a la promesa tenga una correlación en cuanto a lo que se dijo que se iba a hacer y lo que se hizo”, acota. 

Tejeda ejemplifica con la polémica Ley de Pesca que, si bien va acorde a lo prometido por el Presidente, no satisface lo exigido por la población. “Ahí tendríamos un caso de promesa que se está cumpliendo pero no necesariamente en la vía en que la ciudadanía quiere que se cumpla”, explica.

Un análisis aún más crítico es el que se desprende del informe del Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz (ICAL), quien entregó un crítico balance a la administración y conducción política del gobierno de Sebastián Piñera, el que “deja como saldo un grave incremento de la desconfianza a la institucionalidad y un creciente descontento social por políticas públicas que acentúan las desigualdades y posibilita el abuso”.

Además, para el ICAL “la aplicación de la política y gestión pública no ha tenido mayores impactos y significados porque no abordó la deuda de inclusión social”. El informe apunta también a que “las tres leyes de Presupuesto acentuaron en forma progresiva la focalización del gasto público, haciendo oídos sordos a la demanda por mayores garantías a los derechos sociales”.

Haciendo un seguimiento a la agenda legislativa de los compromisos de gobierno desde que asumió a la fecha, para Cristina Escudero los principales déficits están en materia laboral y salud, debido a la ausencia de grandes políticas públicas. En el análisis de Ciudadano Inteligente, en tanto, las áreas de Relaciones Internacionales, Defensa y Cultura y Patrimonio aparecen como las menos logradas, en relación al discurso del 21 de mayo de 2012.