Diputado celebró la anulación de permiso para proyecto hidroeléctrico

02 Enero 2018

“Sus dueños siempre quisieron imponer un proyecto que no era coherente con la vocación de Cochamó”, expresó el parlamentario.

Equipo >
authenticated user Editor

Como una muy buena noticia para el desarrollo del turismo sustentable en la comuna de Cochamó, calificó el diputado Patricio Vallespín la decisión de la Corte Suprema de anular la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) del proyecto hidroeléctrico Mediterráneo, el cual pretendía construir una central de pasada en la cuenca del río Puelo, Región de Los Lagos.

La Tercera Sala, por tres votos a favor y uno en contra, rechazó los recursos de casación presentados por la empresa Mediterráneo, el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) y otros recurrentes, lo que además de anular la resolución del Comité de Ministros, mantiene la sentencia del Tercer Tribunal Ambiental de Valdivia, el cual falló a favor de la reclamación interpuesta por José Horacio Cayún por serias falencias de metodología en el estudio antropológico de dicho proyecto. Entre ellas, muestras arbitrarias en la comunidad indígena Domingo Cayún Panicheo, que no daban cuenta de la real afectación de la central y el tendido eléctrico sobre sus terrenos y habitantes.

Sus dueños siempre quisieron imponer un proyecto que no era coherente con la vocación de Cochamó, que generaba más perjuicio que cosas positivas, por lo que celebro con fuerza este éxito de la comunidad organizada y todos los que trabajamos en su defensa”, comentó Vallespín.

El parlamentario destacó que con esta decisión se da una señal positiva para evitar que los beneficios particulares se sobrepongan a los deseos de una comunidad y el bien común. “La vocación del futuro de Cochamó es el turismo sustentable y esta central lo único que hacía era deteriorar esa proyección. Qué bueno que no tendrá viabilidad”, expresó.

De propiedad de los empresarios José Cox, Fernando Elgueta y Roberto Hagemann, la central hidroeléctrica de pasada Mediterráneo es un proyecto de 210 MW que, enclavado en la cuenca del río Puelo, proyectaba la construcción de una línea de transmisión eléctrica de alto voltaje de 63 kilómetros hacia Puerto Montt, además de la construcción de dos subestaciones.