Buenas conversaciones, buenos futuros
Mall de Chiloé: Un nuevo adefesio ilegal, ahora en Castro
El juguetito de marras, que no tiene nada que ver con dicha ciudad, se llama “Paseo Chiloé” y sus inversionistas intentan inaugurarlo en noviembre de 2012.
Patricio Herman >
authenticated user CorresponsalEn las noticias nocturnas del canal de televisión TVN del miércoles 29
de febrero vimos un interesante reportaje que se hacía sobre la
construcción de un invasivo y moderno mall en la ciudad de Castro,
provincia de Chiloé. En esta antigua ciudad destacan los palafitos, el
mercado, y la iglesia Apóstol Santiago, declarada Monumento Nacional.
El juguetito de marras, que no tiene nada que ver con dicha ciudad, se
llama “Paseo Chiloé” y sus inversionistas intentan inaugurarlo en
noviembre de 2012.
El conductor del programa entrevistó al alcalde de esa tradicional
ciudad y a una directora nacional del Colegio de Arquitectos de Chile y
de sus respuestas quedó de manifiesto que estamos ante un nuevo hecho
ilegal a consumarse si las autoridades competentes mantienen sus
prácticas de no exigir a los más importantes actores del mercado
inmobiliario el cumplimiento del marco regulatorio: estamos hablando de
la Ley y Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones y del Plan
Regulador Comunal respectivo.
El alcalde, con cierta incomodidad, reconoció en cámara que la altura de
la mole y los metros cuadrados construidos excedían las autorizadas en
el permiso de edificación y aseguró que, por ello, su municipio ya había
cursado unas multas al Juzgado de Policía Local.
También manifestó que la construcción se está ejecutando sin que el
Seremi de Transportes de esa región haya autorizado el Estudio de
Impacto Sobre el Sistema de Transporte Urbano (EISTU), a pesar de que
este requisito es necesario para que se otorguen los permisos de
edificación de aquellos proyectos que consultan ciertas cantidades de
estacionamientos.
En la edición de El Mostrador del jueves 1º de marzo se publicó un
artículo sobre lo mismo, en donde se entregan mayores y contundentes
informaciones, una de las cuales es la declaración pública de dos
destacados arquitectos de la zona, quienes fundadamente critican esta
edificación que rompe la escala y estilo de la ciudad que es la tercera
más antigua de Chile. Se fundó en 1567.
Por las innumerables violaciones a la ley provocadas por el titular del
proyecto, la avasallada Dirección de Obras Municipales intentó paralizar
las faenas, pero la arrogante empresa constructora, desobedeciendo
abiertamente esa instrucción, continúa campante haciendo lo suyo
creyéndose dueña del mundo y por ello cunde la indignación en las redes
sociales en donde se observan muchas fotografías de esta barbaridad
arquitectónica.
Entre otras cosas, el sobrepasado alcalde Nelson Águila, argumenta
“tememos que esto aumentará el colapso vial” con lo cual queda en
evidencia que allá en el sur también tienen su propio Costanera Center.
Los arquitectos Edwin Rojas y Eugenio Ortúzar, los mismos que emitieron
la declaración pública remataron sus dichos así : “No tiene nada que ver
con la ciudad.Es un edificio internacional, un clásico mall que no
tiene nada que ver el patrimonio, la arquitectura, la madera y con lo
que ha sido el gran soporte urbanístico cultural. Es como un platillo
volador, un misil que le cayó a la ciudad.Este no es un mall es un mal
para la ciudad”.
Obviamente compartimos esta certera apreciación de profesionales que se
desenvuelven en el ámbito de la arquitectura sustentable y del
urbanismo, disciplina esta última que nunca le ha interesado a los
políticos de nuestro país.
Desde esta tribuna le hacemos un llamado a las más altas autoridades
sectoriales para que se aplique inmediatamente el artículo 148º de la
Ley correspondiente que le otorga atribuciones a los alcaldes, previa
petición del Director de Obras, para que decreten la demolición de toda
construcción que no cumpla con las disposiciones legales.
En el evento de que el alcalde Nelson Águila sienta temor de firmar ese
decreto, por las posibles consecuencias de su correcto proceder,
invitamos al Seremi de Vivienda y Urbanismo que, conforme al artículo
157º de esa misma ley, ordene la paralización de las obras ilegales, con
el auxilio de la fuerza pública, tal como le gusta al ministro del
Interior para mantener el orden público. Y enseguida proceda a demoler
todas las construcciones que contravienen el permiso de edificación y
por lo tanto las normas del Plan Regulador Comunal.
Estaremos atentos al desarrollo de los hechos y veremos si las
instituciones del Estado se atreven a ejercer sus atribuciones legales.
Si éstas siguen mirando para el lado y muy temerosas optan por la
repulsiva política del laissez faire, querrá decir que nuestro querido
país ya llegó a un punto de no retorno.