Desarrollan aditivo que mejora la capacidad de reutilizar ensilado de centros de cultivo

Biofor es el nombre del nuevo producto desarrollado por la empresa Proteolíticos Chile, que busca estabilizar la biomasa de mortalidad triturada que se produce en los centros de cultivo de salmón. El aditivo bioquímico tendría una serie de ventajas por sobre otros que hoy se utilizan en la industria salmonera nacional. De partida, contiene antioxidantes, ingredientes vegetales, y su dosis es menor a la de otros productos en el mercado: 30 litros por tonelada a tratar.

El producto creado por Proteolíticos Chile se basa en una fórmula compuesta por ácidos más aditivos autorizados para nutrición animal de origen vegetal. Además, el aditivo presenta una baja corrosión a los metales, una mayor seguridad para el transporte y los operarios (es catalogado como irritante y no corrosivo), y también redundaría en un mayor beneficio económico para las empresas.

“Desarrollamos la primera etapa del proyecto de empaquetamiento tecnológico que tenemos con la incubadora de la Universidad de Los Lagos (INER), que es cofinanciado por Corfo. Esto tiene por objetivo desarrollar una serie aditivos para la industria del ensilaje o hidrolizado de mortalidad de salmonídeos y de restos de las plantas proceso. Esto permitirá una revaloración de los residuos y así mejorar los usos que éstos tienen. Por ejemplo, el hidrolizado de mortalidad hoy se utiliza para harina y aceite, por lo que queremos que los productores puedan diversificar su matriz de usos. Y el primer producto que desarrollamos en precisamente Biofor”, destaca Henry Herrera, gerente de Protolíticos Chile.

De esta manera, Biofor está especialmente formulado para mejorar la capacidad de reutilización del ensilado y generar subproductos de alta calidad, tales como hidrolizados proteicos, harina o aceite de pescado con características mejoradas.

El efecto antibactericida propio del compuesto azucarado ayuda a mantener las propiedades del ensilado sin permitir la degradación de los nutrientes. Se obtiene mayor palatabilidad, conservación de todos los minerales presentes en su fuente original (pescado fresco) y favorece a la digestión del producto, entre otros. Además, es un producto irritante que inhibe la formación de bacterias, hongos y virus; en particular, el virus ISA. Estabiliza la acidez libre del pescado que está en proceso de degradación y mantiene un pH estable durante meses.

Por otra parte, otorga gran protección contra la contaminación microbiana y la oxidación de las grasas. Además, ayuda a la conservación de la frescura de la materia prima original. Transforma el pescado por acción enzimática natural aportando efectos probióticos al ensilado. Finalmente, permite la conservación de ácidos grasos naturales presentes en el pescado, además de obtener una mezcla balanceada de proteínas intactas, péptidos y AA libres.