¿A quién no lo han timado alguna vez? ¿A quién no le han querido hacer el cuento del tío o le han querido pasar gato por liebre?
Una gitana, un charlatán o un estafador de tomo y lomo, todos hemos tenido que aprender en algún momento que no es fácil andar confiado por la vida y nos hemos topado con alguno de ellos haciendo trizas, en muchos casos, la confianza que aún nos queda en nuestro entorno.
Y es que ayer, en pleno Día del Amor, recibí la llamada de un sujeto que con un tono de voz exagerado notoriamente, me comunicaba que yo había resultado ganador de un premio. Estaba, nada más ni nada menos, frente a la típica estafa telefónica en el que seleccionan un número de teléfono celular al azar para hacer caer en este supuesto premio a las pesonas ingenuas y bienintencionadas.
Escucha acá el audio:

El "Cuento"
Como pudieron escuchar quien llamó, se presentó como un ejecutivo de una compañía de telefonía celular, quien estaba coordinando conmigo la entrega de un supuesto premio gracias a un convenio en el que también participaba la estación televisiva TVN, que me hacía acreedor de una camioneta 4x4.
No sólo la voz dudusa del sujeto aquel, sino que además la forma en la que se comunicó conmigo ("pinchando" solamente mi número) resultaron ser todo lo que necesitaba saber para darme cuenta de que se trataba de una estafa teléfonica, la misma en la que ya han hecho caer a tanta gente en nuestro país.
Sin embargo, pese a la masificación de este tipo de llamadas, las empresas perjudicadas al ver usados sus nombres para estos concursos generalmente no alcanzan o simplemente no quieren hacerse responsables.
Por acciones como ésta, se acrecienta en nuestra sociedad la desconfianza. El miedo a ser estafados por un "cuento del tío" nos impide crecer, seguir adelante y arriesgarnos a tomar decisiones importantes en la vida, decisiones que pueden cambiar nuestro futuro y darle el vuelco más inesperado de todos, pero la posibilidad al fin, de hacer cosas grandiosas.