Internet, hace rato, dejó de ser una herramienta de trabajo o estudio únicamente, hoy, es el vehículo para transmitir todas las sensaciones, emociones y valores. No solo usamos las redes para comunicarnos de una manera rápida y efectiva. Hace tiempo que estamos enganchados y sentimos la necesidad de vivir conectados continuamente.

El perfil del adicto a Internet

Según la psicóloga Begoña Carbelo, profesora en el Centro Universitario de Ciencias de la Salud San Rafael-Nebrija, una persona adicta necesita estar en estado de conexión permanente, el no estarlo "provoca inquietud, falta de concentración y alteraciones del ánimo", Hay gente que no es capaz de desconectar nunca y la idea de pasar tan solo un día sin poder acceder a sus perfiles para actualizarlos o para 'ponerse al día' les parece algo totalmente imposible.

5 signos de la adicción

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1. Ansiedad al no estar frente al computador o Smartphone

Si estás ansioso o sientes que te falta una parte tuya al no estar conectado, significa que tienes un problema. Es casi como si prefirieras el mundo virtual al real, y por lo tanto, no estar conectado te lleva a la irritabilidad.

2. Donde vayas, te acompañará tu celular

Tal cual. Tu teléfono móvil te acompaña incluso a las cenas románticas y no puedes dejar de abrir Facebook, Twitter u otra red social. Hasta el baño se ha convertido en el espacio ideal para acceder a tus cuentas. Te contamos que estás experimentado un estado”crítico” de dependencia a la web.

3. Dormir menos

El momento preferido para revisar tus redes es precisamente antes de dormir. En penumbras y sin darte cuenta, pierdes importantes horas de sueño por estar “conectado”.

4. Tener más amigos en internet que en el mundo real

Tener “amigos” o “seguidores” en las redes sociales te resulta muy satisfactorio, sobre todo cuando publicas algo y surgen decenas de “likes”… Ni decir cuando logras varios comentarios: eso es popularidad.

5. Googlearte seguido

Probablemente este signo es determinante para colocarte en la lista de los adictos a Internet. Poner tu nombre en el buscador y ver cuántos resultados arroja no sólo significa que eres adicto, sino que también te has convertido en todo un “ególatra virtual”. Esto se acentúa aún más cuando no buscas una información concreta relacionada con un proyecto artístico o comercial, sino que usas esta herramienta como un mero pasatiempo para elevar tu autoestima.

Cuando llegamos a este extremo, es más que probable que tengamos un problema que a la larga terminará afectando a nuestro día a día. "Si una persona no es capaz de renunciar y centrarse en otras cosas, puede verse afectada su capacidad para disfrutar", advierte la psicóloga Begoña Carbelo. Pero además, también puede deteriorase nuestra capacidad para estar con otras personas y para relacionarnos.