El Huascar sigue como museo del Mar

La motivación que tuve para realizar una gira de estudios con alumnos de una escuela rural cercana a Puerto Montt hacia la ciudad de Concepción, fue para conocer al acorazado peruano “Huáscar” que estaba convertido en un Museo histórico en la bahía de Talcahuano.
Como consecuencias del tsunami que azotó la costa de la octava región muchos pensamos que los daños habrían sido irrecuperables e incluso supusimos que pudo haberse hundido en el mar o como sucedió con muchas embarcaciones de madera que terminaron con sus cascos recostados en las calles de algunas ciudades costeras, pero, recientemente nos hemos informado por notas de prensa que el barco peruano resistió la furia del mar en esa fatídica noche de desconcierto y desesperación y ya se encuentra en su lugar de siempre, acomodado y acondicionado nuevamente como museo histórico, invitando a los jóvenes de Chile a visitarlo.

Permanentemente se han levantado voces en la población peruana pidiendo la devolución del buque de guerra y otros más nacionalistas propusieron en épocas pasadas que la nave fuera llevada hasta el límite de las aguas limítrofes entre Chile y Perú y en ese lugar fuese hundido mediante la detonación de cargas de dinamita.
En nuestro país se han levantado airadas voces de protesta por las diversas peticiones planteadas, entre las cuales ha habido sugerencias de devolver el Huáscar al Perú como un gesto de buena voluntad, voces que se han ido diluyendo en el tiempo y que esporádicamente aparecen en el debate político internacional.
En esa oportunidad visitamos el barrio universitario en Concepción, el parque de Lota y las minas de carbón, recorriendo sus instalaciones cuando estaban en plena producción y finalmente pudimos ver al otrora gigante del Pacífico, meciéndose apaciblemente en aguas chilenas esperando la visita de los niños quienes veían al monitor Huáscar como un verdadero símbolo de la hermandad afecto que debe existir entre los pueblos hermanos y no como un trofeo de guerra que muchos quisieran suponer.
El tsunami que azotó la zona costera centro sur lo hizo balancearse peligrosamente en las aguas turbulentas del momento y estoicamente soportó el castigo del mar embravecido y hoy continúa imponente y altivo en su lugar de reposo dispuesto a recibir a todos los que quieran conocer de cerca la historia naval del país en el museo del mar que se muestra en los salones del barco para todos los que estén dispuestos anímicamente a visitarlo y empaparse emocionalmente con nuestra historia naval.