Chile y el Desafío de Producir Energía Nuclear

13 Enero 2010
El costo económico de construir y poner en funcionamiento una central nuclear es alto, y la fiscalización y exigencias que se deben tener con ellas es en extremo muy estricto y de constante seguimiento.Por Wilson Cardona
Corresponsal El... >
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Desde el punto de vista de proporcionar energía eléctrica a la matriz energética del país de fuentes diferentes a combustibles fósiles, Chile parece requerir de inversiones de alto costo que permitan obtenerla desde fuentes nucleares, que dicho sin titubeos, es una inversión de muchísimo valor y que demandaría del gobierno subsidios de apoyo al pago del consumo domiciliario o bien que estos consumidores asuman el costo elevado del uso de dicha energía.
Supondremos, y no tenemos por qué no hacerlo, que las condiciones de seguridad en cuanto al funcionamiento y disposición de los residuos generados en las plantas de producción de energía nuclear, no representarán peligro alguno para la seguridad de los ciudadanos que vivan cerca de las centrales nucleares ni para los lugareños vecinos de los sitios donde finalmente se disponga de los materiales radiactivos desechados, considerando que en el mundo y en Chile mismo podemos capacitar a las personas adecuadas para el manejo de las centrales, y adquirir y/o renovar la tecnología que las plantas nucleares demanden.
El costo económico de construir y poner en funcionamiento una central nuclear es alto, y la fiscalización y exigencias que se deben tener con ellas es en extremo muy estricto y de constante seguimiento. Y digámoslo claramente, estas cosas escasean en nuestro medio.
Si sumamos a lo anterior el efecto ambiental que pueden tener los desechos de la plantas nucleares y las condiciones geográficas del país, una franja de tierra expuesta a movimientos sísmicos, y con una cordillera rica en volcanes y valles surcados por ríos y humedales, resulta más benéfico y, creo de menor costo social y económico, aprovecharnos de las corrientes de viento, geotermia del subsuelo, kilómetros de mar, desiertos soleados, suelos productivos e innovación e inteligencia de nuestros ingenieros y científicos chilenos, para producir energía de fuentes renovables con menor impacto ambiental y, por qué no decirlo con optimismo, de menor costo de producción que la energía nuclear.
Por Wilson Cardona
Departamento Química
Universidad Andrés Bello