Algunos truquitos tecnológicos

En Japón, años después de la Segunda Guerra Mundial la gente se las ingenió para solucionar problemas caseros, dice Lisa Katayama, autora del libro "Urazawa", concepto utilizado por los japoneses para referirse a los trucos caseros inteligentes, como recoger los vidrios rotos que caen al suelo con una rebanada de pan. En la actualidad el problema no es cómo recoger los trozos de vidrio, sino encontrar soluciones rápidas, eficientes y económicas para la gran variedad de aparatos tecnológicos que se utilizan todos los días y que, a simple vista, parecen muy complejos de reparar.
Estamos hablando de esas dificultades cotidianas que provocan el irrefrenable impulso de llamar a un técnico; sin embargo, las soluciones están más cerca y aquí hay algunos ejemplos. Aun cuando según un estudio realizado por Pew Research Center\'s Internet & American Life Project, en Estados Unidos, sólo el 28% de las dos mil personas que fueron consultadas arreglan los aparatos tecnológicos de sus casas por su propia cuenta.
Si la señal Wi-Fi del router no llega a todos los rincones de la casa, no es necesario llamar a la compañía o comprar uno más potente, simplemente se puede arreglar construyendo una antena parabólica con papel de aluminio de cocina. Para que la señal llegue donde quieras, debes poner la antena detrás del router apuntando para que la señal se reflecte y llegue al objetivo inicial.
La tinta de impresoras es uno de esos productos que se consume muy rápido, por eso cuando se sequen los cartuchos que la contienen, estos se deben retirar cuidadosamente y se les tiene que aplicar una secadora de pelo por dos minutos, para que el calor haga fluir la tinta que esta pegada y se pueda usar todo el contenido.
Si es que accidentalmente se cae el teléfono celular al agua, hay que sacarle la batería y enterrarla en un plato de arroz crudo. Esto, porque la atracción molecular que tiene el agua con el arroz permite que la batería se seque por completo y siga funcionando.
Un mal hábito es limpiar los discos compactos o dvd con el calor del aliento, pero hay un modo más efectivo: aplicarles un poco de vodka o bien un enjuague bucal con un paño viejo o una toalla, ya que el alcohol que contienen estos productos tiene la capacidad de sacar hasta la mancha más pequeña.
La manera más fácil de sacar el exceso de luz a las fotos que se toman durante la tarde o la noche es pegarle un pequeño pedazo de papel encima del flash.