Esta sí es historia, “Carlitos” Páez: "Todos debieran salir de su propia Cordillera de Los Andes"

Todo el mundo recuerda la tragedia ocurrida en la Cordillera de Los Andes cuando un avión cuando en diciembre de 1972 aparecieron con vida 16 de los 45 pasajeros de un Fairchild de la Fuerza Aérea Uruguaya caído en la cordillera más de dos meses atrás.
En la oportunidad, jóvenes que en ese momento no superaran los 18 años de edad, debieron sortear uno de los accidentes más trágicos que se recuerden en la historia, además de vivir una gran prueba de vida que hoy se encargan de contar en cada uno de los países que recorren.
Es así como Carlos Páez, uno de los sobrevivientes de esta tragedia, realizó una charla sobre cómo vencer la adversidad en un Gimnasio de la Universidad San Sebastián atiborrado de gente, en su mayoría estudiantes secundarios, quienes en silencio escucharon una de las historias de supervivencia más impactantes de las que se tenga registro.
La actividad fue organizada por la Escuela de Psicología de esa casa de estudios y la Fundación Itaú, quienes permitieron que este ejemplo de superación diera esta conferencia en Puerto Montt.
El uruguayo hoy dedicado a dar conferencias sobre este tema, además de dedicarse a la publicidad, comentó a la concurrencia cómo logró, superar la adversidad cuando en medio de la cordillera no había nada más que rocas y nieve.
“La Cordillera de Los Andes me dejó grandes aprendizajes, entre ellos, cómo ante situaciones difíciles debemos asumir los roles que tenemos en frente. En el caso de Los Andes, todos los que estábamos ahí asumimos aquello en lo que mejor nos manejábamos en la vida. Los estudiantes de medicina asumieron que desde ese momento eran médicos, los ingenieros que debían realizar las mejoras técnicas para por ejemplo, contar con una señal de radio, etc. Esa es una de las primeras enseñanzas de la cordillera”, señaló Páez.
El ex rugbista agregó además que “durante los meses que debieron poner a prueba no sólo su cuerpo para sobrevivir, sino que además su fuerza interior, por lo que esta prueba de vida permitió que cada uno asumiera que desde el momento mismo del accidente era cada uno forjador de su propio destino”.
Canibalismo justificado
Uno de los temas que más ha quedado en la retina de quienes han sabido a lo largo de todos estos años es la necesidad que estos jóvenes tuvieron de alimentarse de los cadáveres de aquellos compañeros que fallecieron durante los meses que debieron permanecer en la Cordillera.
“La prensa de la época especuló mucho sobre este hecho. Dijeron que nosotros discutimos mucho sobre si era bueno o no hacerlo. Sin embargo puedo decirles que el sentimiento que todos teníamos era luchar por nuestro derecho a la vida, y a reencontrarnos con nuestras familias, por lo que esa era la única opción que teníamos para salir de ahí. Incluso recibimos una felicitación del Papa de la época, sin embargo ninguno esperaba una autorización de él para hacer lo que hicimos”.
“Carlitos” Páez, relató esta experiencia acompañándose de imágenes y videos de la época, además de escenas de la película Viven producida por Steven Spilberg y que relató los dramáticos días de estos uruguayos en plena Cordillera de Los Andes.
“Nunca doy consejos pues considero que esa es una arrogancia. Sólo puedo decir que cada persona debiera mirar su propia Cordillera de Los Andes y asumir la adversidad con actitud y valentía”, enfatizó.
¿Y tú? ¿Serías capaz de comer a un cadáver si fuera la única oportunidad para sobrevivir?. Comenta acá.

Fotografía Gabriela Quintana R.