"Acompáñame a Crecer": Comienza la segunda etapa de un proyecto pionero

18 Mayo 2008
Insipirado en el programa "Adopta un Hermano", Acompáñame a Crecer tiene como objetivo favorecer el desarrollo resiliente de niños y niñas beneficiarios del Programa Habilidades para la Vida.
Pamela Matus Moll >
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En la Escuela República de Argentina de Puerto Montt se oficializó el inicio de la segunda versión del proyecto Acompáñame a Crecer, luego del exitoso trabajo realizado durante el año pasado.
Dicho proyecto, diseñado y coordinado desde la Escuela de Psicología de la Universidad Austral de Chile, es fruto del esfuerzo mancomunado entre dicha Escuela de Psicología, JUNAEB y el Departamento Escolar Municipal (DEM) de Puerto Montt.
La actividad consistió en una once familiar, donde cada niño(a) beneficiario(a) compartió en una mesa una rica once junto a su profesor(a), su director(a) de escuela, su familia y un estudiante de la Escuela de Psicología.
Asistieron, además, la Directora de Escuela de Psicología Ximena Oyarzún, su equipo docente, el Director de JUNAEB Rodrigo Negrín, el Jefe Técnico del DEM de Puerto Montt Hugo Avendaño, los directores de las escuelas y el equipo Habilidades para la Vida.
¿En qué consiste?
Acompáñame a Crecer tiene como objetivo favorecer el desarrollo resiliente de niños y niñas beneficiarios del Programa Habilidades para la Vida. “La resiliencia es la capacidad para enfrentar las adversidades de la vida, re-significarlas e, inclusive, ser transformados(as) por ellas”, señaló la académica encargada de psicología educacional Ana María Morales. “Trabajando desde esta mirada, se deja de intervenir desde la rehabilitación y se busca la promoción”, destacó.
Para lograr esto, estudiantes de 4º año de Psicología, mediante los saberes de la Psicología Educacional, trabajan autoestima, hábitos de estudio y vinculan la familia con la escuela.
Con ello, la Escuela de Psicología UACh pretende plasmar aquellos propósitos de excelencia y calidad que se manifiestan en la aptitud y voluntad para dar respuesta a las necesidades y demandas sociales.
Para ello, se forma transversalmente a los estudiantes en responsabilidad social, para lo cual es condición necesaria estrechar vínculos con la comunidad, de tal forma que el conocimiento se transforme en compromiso, y este compromiso en acción responsable. Durante el año 2007 fueron beneficiados 12 niños y niñas; este año ya son 14. Se espera que el próximo año puedan ser muchos más.