“Regreso del Hijo Pródigo”: Una Parabola de vida

20 Marzo 2008
El “Regreso del Hijo Pródigo” es una parábola bastante conocida del Evangelio (Lucas 15) que quizás hemos leído muchas veces, O hemos rezado otras tantas, pero nos hemos dado cuenta de las veces en que hemos hecho este itinerario espiritual.
Marcelo Vivar >
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Es cierto que el Evangelio adquiere distintos matices, nos interpela de manera diferente según como la acojamos, es cierto también que todos tenemos nuestras lecturas preferidas, regalonas, aquellas que en algún momento de nuestras vidas sentimos que en esas lecturas Dios nos ha hablado de manera especial y personal. Es esto lo que me pasa a mí al leer “El regreso del Hijo Pródigo” y es lo que quiero compartir.
Hace más de 3 años llegó a mis manos un libro de Henri Nouwen titulado: “”El Regreso del Hijo Pródigo, meditaciones ante un cuadro de Rembrandt” y en todo este tiempo ha sido una lectura que me ha acompañado intensamente en la oración pues es ante todo una lectura que devuelve consuelo a mi corazón, me entrega esa paz esquiva que la cotidianidad suele arrebatarme y me la devuelve en el abrazo tierno del Padre que sale al encuentro de su hijo, un abrazo siempre dispuesto a entregarse en amor, en perdón, en cariñosa acogida.
De alguna manera todos hemos sido Hijos Pródigos en algún momento de nuestras vidas, nuestra humanidad y en ella nuestra debilidad, nos convierten en aquel hijo que se distancia del Padre, que muchos pueden entender como el camino correcto. Creo que aún cuando queremos y tratamos siempre de disponer nuestras vidas a la Voluntad de Dios, también siempre hay momentos en los que nos alejamos, nos perdemos… lo importante es que el Espíritu sopla constantemente en nuestros corazones y nos invita a emprender el regreso al Padre, y lo que es más importante aún, nuestro Buen Padre nos acoge en su abrazo una y otra vez.
Nuestras vidas son en definitiva un constante “regreso”, de cierta forma nuestro itinerario espiritual y de vida comprende este viaje hacia Él, a veces logramos comenzar el retorno cuando aún estamos cerca de Dios, otras veces el viaje se inicia desde lugares más distantes. Y el regreso en sí no es fácil, suele ocurrir que en el mismo camino de regreso nos volvemos a perder, damos pasos hacia atrás, nos confundimos y la sociedad nos indica otro camino.
Pero ahí está Dios que nos vuelve a llamar a su abrazo, pues quiere salir a nuestro encuentro todos los días si es necesario. Es tan grande su amor que no espera a que lleguemos hasta Él, sino sale a nuestro encuentro desde lejos y con un corazón conmovido nos abraza con tanto amor que comenzamos a preguntarnos cómo pudimos estar lejos de ese abrazo tan pleno de Vida y de Amor.
Y como si no fuera suficiente tanto amor, estoy seguro de que este abrazo no solo nos espera al final del camino de regreso a casa, es un abrazo que nos alienta desde el comienzo, que nos reanima y guía durante el viaje y es pleno al final, cuando hemos llegado a comprender que nuestra vida se hace Vida junto a Él.
En la cotidianidad de los días debemos estar atentos a todos esos abrazos de Dios, abrazos que se nos dan en la familia, en nuestras amistades, en nuestros trabajos… aún en personas que no conocemos. Y debemos estar también siempre dispuestos a acoger nuestra propia vocación de padre y extender los brazos para salir al encuentro de aquellos Hijos Pródigos que han emprendido el viaje de regreso.

Comentarios

Imagen de Daiana

Yo vivi una experiencia con

Yo vivi una experiencia con el señor,y queria compartirla con ustedes. Quiero contarles q estoy haciendo un curso de sanidad interior, en la ciudad de Azul, yo soy de Tapalque.En el seminario se toco el tema de la relacion que teniamos con nustros padres terrenales antes de conocer al señor, y la mayor parte de la gente q estuvo en ese lugar, justamente no habia tenido una experiencia o un recuerdo lindo de sus padres, todo se relacionaba, esa relacion q habia tenido yo con mi padrastro ,me estaba afectando en la relacion con mi padre celestial, yo en esa reunion pude volver a los brazos de mi papá de mi papito.... pude restaurar esa relacion q por culpa de ninguno de los dos estaba dañada, Dios me hizo saber q el estaba ahi para abrazarme, y para mimarme y decirme q me ama , como extrañaba estar con el ...el regreso del hijo prodigo valla parabola... se hizo tan real en mi vida....Amo al señor con toda mi alma.....Espero q no les halla aburrido mi experiencia ..Daiana C.

Imagen de Valeria Argel Mancilla

PENSANDO EN ESTE REPORTAJE,

PENSANDO EN ESTE REPORTAJE, DE CIERTA FORMA TODOS HEMOS SIDO ALGUNA VEZ HIJO PRODIGO, Y AL VOLVER NOS HA RECONFORTADO EL ABRAZO DE NUESTROS PADRES, EL INFINITO AMOR QUE NOS PROFESAN, POR LO TANTO CREO QUE DEBERIAMOS HACER LO MISMO CON NUESTROS HIJOS CADA VEZ QUE EQUIVOQUEN EL CAMINO Y SE ARREPIENTAN DE CORAZON Y PIDAN AYUDA