Carretera Austral: Cómo destruir la Naturaleza sin caminos

26 Febrero 2008
Tal como ocurrió con el boom ganadero, los saqueos del alerce, del ciprés de las Guaitecas, la merluza austral, emtre otros, la Carretera Austral termina siendo hoy una puerta abierta para iniciativas industriales abusan de su naturaleza.
Moyra Holzapfel >
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La Carretera Austral comenzó en 1976 y tras 20 años de trabajo y 200 millones de dólares, inauguró su tramo final . El objetivo: conectar el territorio nacional y mejorar calidad de vida a colonos de la Patagonia Chilena desde Puerto Montt, el camino penetra por territorios únicos en el mundo y recorre 1.240 kilómetros hasta Villa O’Higgins en la Undécima y luego desde Puerto Yungay hasta Puerto Natales, en la Duodécima Región favoreciendo a más de 37 localidades.

Ese “resumen oficial”, nada dice de la degradación ecológica, y expectativas progresistas y sueños fracasados de los colonos que nunca pudieron asumir costos de viajes y traslados. Pocos quieren recordar que su construcción e inauguración como,Longitudinal 7, Carretera Austral General Augusto Pinochet Ugarte convirtió la Patagonia chilena en territorios allanados, penetrados y saqueados, donde las culpas o responsabilidades tienen un mismo nombre: la dictadura militar e ignorancia del valor económico de la Naturaleza intervenida. Bajo el slogan “Restauración Nacional y Desarrollo Regional” esta ruta se impuso como voluntad nacional sin derechos laborales ni evaluación ambiental. Para qué hablar de control ciudadano.

A machete, dinamitazos; asustados, obligados, mojados, hambrientos; sin equipamiento adecuado y mal pagados, más de 10 mil hombres trabajaron años con 8 meses de temperaturas bajo cero y diez de lluvias y completamente aislados geográficamente. No sorprende entonces “el pánico” que expresaron sentir los primeros “abre camino” al tener que acatar órdenes de someter esa Naturaleza patagónica indómita. Entre selva, montañas, sobre ríos, fiordos y canales, con 500 mil kilos de explosivos, se levantaron puentes; removieron 12 millones de metros cúbicos de rocas y se instalaron 27 campamentos para los diez mil reclutas que allí participaron.

Civiles, muchos desterrados políticos, del PEM, (Plan de Empleo Mínimo) y POJH, (Programa de Obras para Jefes de Hogar), garantizaron mano de obra casi cero costo; el gobierno de facto obvió costos de expropiación e indemnización, asegurando razones soberanas. “Haciendo Patria”, muchos incluso dieron sus vidas, víctimas de derrumbes, accidentes y explosiones.

Ya en democracia, el maltrato a la belleza escénica por parte del Ministerio de Obras Públicas profundizó el proceso de degradación del potencial turístico de la Patagonia chilena. Obras mal diseñadas y mal construidas, peligrosas para los usuarios muestran la falta de consideración ambiental y paisajística de Vialidad en el mantenimiento y ejecución de estas rutas,falla que continúa en la actualidad. Sin rentabilidad económica, ¿quién asumirá el costo de recuperar y reforestar esas miles de hectáreas degradadas y el daño al capital escénico, fundamental para el eco turismo de la Carretera Austral?

La misma ignorancia lleva a hacer caso omiso del terrible impacto que, en general, causa la apertura y uso de carreteras en ecosistemas que son severamente fragmentados de manera irreversible. Tal como ocurrió con el boom ganadero, los saqueos del alerce, del ciprés de las Guaitecas, la lenga, loco y merluza austral, la Carretera Austral termina siendo hoy una puerta abierta para iniciativas industriales que esperan seguir usando y abusando de su naturaleza original. A sacar y sacar….pingues beneficios privados versus elevadísimos costos sociales y ambientales ¿Hay alguien mirando desde allá arriba?


Comentarios

Imagen de Boris Roberto

Querida Moyra

Querida Moyra

Parece increible que ha pesar de los años, como sociedad, no hemos logrado desarrollar una conciencia ciudadana que salvaguarde nuestro ecosistema y no permita la agresión a la naturaleza y a la gente que habita estos territorios. Que se facilite la construccion de vias de penetración con criterios netamente de ambicion económica, que favorece a ciertos capitalistas, perdon, hoy se dice "inversores o inversionistas" que buscan un beneficio propio, sin importar los costos que ello implica. El Estado, que es de todos, lamentablemente, aparece como aval y complice de este "desarrollo"

¿Seguramente este camino debe tener una mayor rentabilidad social que el puente de Chacao?

Espero y actuó con la esperanza que el movimiento de acción por la protección de la Patagonia adquiera cada día más fuerza.