Buenas conversaciones, buenos futuros
Cómo romper el Corazón de un Elefante
Juan Carlos Cuitiño >
authenticated user Corresponsal CandidatoTambién a mí como a tantos otros, (como me enteré con el tiempo) me llamaban mucho la atención los elefantes. En una de mis visitas al circo, durante la función, la enorme bestia hacía despliegue de su peso, tamaño y fuerza descomunal. Sin embargo, después de su actuación y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo.
Sin embargo, la estaca era sólo un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de cuajo con su propia fuerza, podría con facilidad, arrancar la estaca y huir.
El misterio es evidente:
¿Qué lo mantiene entonces? ¿Por qué no huye?
Cuando tenía cinco o seis años, yo todavía confiaba en la sabiduría de los grandes. Pregunté entonces a algún maestro, a algún padre, o a algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque estaba amaestrado.
Hice entonces la pregunta obvia:
–Si está amaestrado ¿por qué lo encadenan?
No recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente.
Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la misma pregunta.
Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien, había sido lo bastante sabio como para encontrar la respuesta: El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy, muy pequeño.
Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca.
Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar de todo su esfuerzo no pudo.
La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió agotado y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al que le seguía...
Hasta que un día, un terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a sus destino.
Este elefante enorme y poderoso, que vemos en el circo, no escapa porque cree –pobre– que NO PUEDE. Él tiene registro y recuerdo de su impotencia, de aquella impotencia que sintió poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a cuestionar seriamente ese registro.
Jamás... jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez...
JORGE BUCAY.
Romper el corazón de un elefante, es romper el espíritu a un animal por demás noble, es humillarlo, obligarlo a convertirse en un bufón lleno de miedo, hambre y sed. O\'Biren al escribir este relato, nos deja anclado en el pensamiento, que el "fruto" de tanta crueldad hacia los elefantes se traduce en ROMPERLES EL ESPÍRITU: "Romper el espíritu es un crimen espiritual. La expiación entonces, presumiblemente ha de ser también espiritual. Habrá un castigo y la responsibilidad de este crimen será compartida entre los perpetradores de la captura y los domadores del animal, y también por aquellos que los ayudan y los inducen, zoológicos, dueños de circos y accionistas y todos aquellos que promueven o impulsan la exhibición del \'artículo terminado\' -y esto incluye a aquellos que pagan por ver a los animales actores."
Comentarios
Lo que comentas es mentira.
Lo que comentas es mentira. Si quieres ver como se amaestra a un bebé de elefante mira las fotos de la siguiente dirección:
http://www.ringlingbeatsanimals.com/bound-babies.asp
Los separan de sus madres a los 18 meses, los encadenan durante meses, les dan descargas electricas, les clavan hierros en la espalda y muchos de ellos terminan muriendo sin haber visto el Sol.
En el circo no se escapan porque siguen recibiendo los mismo castigos. A los que lo han intentado los han matado a tiros.
pobres elefantes me dan
pobres elefantes me dan mucha pena
Juan Carlos:
Juan Carlos:
uuuf... agradesco nunca haber ido a uno... y recuerdo hace muy poco fui a trabajos de verano por la universidad... y estaba un circo en la localidad...recuerdo a mi pequeño amigo Diego, un niño de la localidad maravillado por la llegada de este al pueblo, lo acompañe al lugar pedi permiso a los que cuidan...y nos acercamos a las jaulas, sacamos fotos, miramos el lugar, y creo que el pequeño Diego no se fue con una gran impresión del lugar, de hecho nos dio hasta pena ver a grandes fieras, otroras reinas y reyes de su respectiva localidad, como unos pequeños, desaliñados, maltratados y hambrientos animales del lugar. Fue una reflexión que hice hace muy poco, ya que nunca me habia acercado a un circo y de seguro acompañara mi discurso de ahora en adelante.
Juan Carlos, gracias por poner esta tematica tan importante en la palestra de discusión, un fuerte abrazo, y sigan luchando por la protección de los animales, Albergando un Amigo con mucha fuerza más, a unir corazones.
Saludos!
Daniel Palma Burgos.
Bello relato..
Bello relato..
Aunque como ese elefante hay muchos animales que corren la misma suerte.......
De todas formas:
NO A LOS CIRCOS QUE TIENE ANIMALES!!
y... Que bueno leer que hay personas que no seguirán con la tradición de llevar a las futuras generaciones a estos lugares!!
uf que hermoso relato, es
uf que hermoso relato, es una hermosa leccion. Yo estudie medicina veterinaria, y despues de un tiempo se hace tan rutinario trabajar con animales y darle un enfoque productivoa muchos de ellos, que se corrompe la real intencion de la vocacion medica hacia una animal...quitar el dolor, ahora me doy cuenta que ese dolor muchas veces no es tan solo fisico.
columnista de elnaveghable
Excelente.... Juan Carlos
Excelente.... Juan Carlos emocionaste a muchas personas con este relato.
Gracias.
muchas gracias Juan Carlos,
muchas gracias Juan Carlos, la verdad es que la nota llega, nunca fui a un circo y la verdad es que ahora que leo este relato me siento feliz de no ayudar a que este tipo de conductas inhumanas sigan.
He tenido ocasión, muy
He tenido ocasión, muy recientemente, de comprobar lo que las personas son capaces de hacerle a los animales que más les ayudan y acompañan, los perros. El catálogo de horrores es muy extenso y abarca campos como el de arrancarles la piel parcialmente y dejarlos abandonados a su suerte, con las tremendas heridas abiertas. Hay muchas otras formas de perversión en las que no voy a entrar, porque deja horrorizado a cualquiera con un mínimo de sensibilidad. ¿Qué tipo de persona es capaz de herir cuelmente y mutilar a estos animales?, pues gente que, con apariencia de normalidad, tiene graves deterioros mentales que le pueden llevar del maltrato animal al matrato a personas
gracias Juan Carlos por dame la oportunidad de participar en tan noble causa: yo diré no al circo y al maltrato aminal
curioso,visto,publicitado la
curioso,visto,publicitado la verdad es que el tema da para mucho y si bien pertenese a una tradiccion, es casi imposible generar cambios a corto plazo ya que donde se mueva dinero habran interese que se justificaran sea como sea... me gusta saber que se cierra la muralla a los circos romanos y que tenemos gente preocupada y ocupada de difundir estos... desde Ran-K-H2O.. el dormitorio de chile saludos el cofla...
Imposible quedar indiferente
Imposible quedar indiferente con tu nota. Me recuerda un amigo que de la misma manera se cuestionó cómo bailaban los osos del circo cuando les ponian música. La respuesta no se adecuó a la psicologia infantil " es por que de pequeños los hacen pararse en una plancha caliente con esa música y después , con sólo escucharla tratan de no tocar el suelo" duras prácticas para nobles animales. Bueno ..a ellos les quedo asi el disco duro...es más lamentable en los humanos que pasan otras etapas, maduran...pero ya no reconocen la oportunidad de hacerse una nueva vida..hay cuantos que unos los ve con la fuerza para arrancar la cadena de la estaca y siguen ahi.
Juan Carlos, te felicito por
Juan Carlos, te felicito por la nota.
Lo que es a mi nunca me han gustado los circos, por este mismo tema, y eguiré estando en contra de ellos, hasta que no estén hechos sólo por personas concientes de la labor que realizan.
Yo me uno al comentario de
Yo me uno al comentario de Viviana. Yo también se lo mostraré a mi hijo, después de tu relato, no quedan más palabras que decir.
Un abrazo!
Este relato rompe el
Este relato rompe el corazón de cualquiera. Gracias Juan Carlos por hacerme ver que no estoy mal al inculcarle a mi hija el por qué no quiero llevarla a un circo. Aunque si le leo el relato a ella, también le partirá el corazón.