Prosperidad v/s Felicidad ¿Una fórmula perfecta?

28 Enero 2008
Existe una premisa que para los pobres es un sin razón, pero si analizamos a fondo si tiene un contexto porfundo: en un país, en un momento dado, las personas con ingresos más altos son por lo general,son más felices.
Leticia Virot >
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¿Aumentará la felicidad de todos el elevar los ingresos de todos? ¿Es una buena pregunta no le parece? el economista Richard A. Easterling de la Universidad Southern California, señaló lo recurrente que son las palabras : felicidad y prosperidad, aspiraciones en un interesante estudio que quiero comaprtir con ustedes.
Existe una premisa que para los pobres es un sin razón, pero si analizamos a fondo si tiene un contexto porfundo: en un país, en un momento dado, las personas con ingresos más altos son por lo general, más felices. Sin embargo, si se aumentan los ingresos de todos ésto no aumenta la felicidad de todos.
El nivel de ingreso no es indirectamente porporcional a la felicidad, que no es sólo medible por prosperidad y cumplimiento de aspiraciones.Esto puede deberse según Richard A. Easterling, a que las pautas materiales en las que se basan los criterios del bienestar, aumentan en la misma proporción que los ingresos reales de la sociedad.
En todo caso éstas son problemáticas que enfrentan Europa y países desarrollados, "tranquilos éste problema no lo tendrá Chile al menos en 100 años más ", y no ironizo.
Hagamos un experimento.
Imaginemos que sus ingresos aumentan sustancialmente mientras que los de los demás se congelan. ¿Se sentiría usted más cómodo? La respuesta que la mayoría de la gente diría es “sí”. Ahora suponga que sus ingresos se congelan mientras que los de las demás personas aumentan sustancialmente.
¿Cómo se sentiría? La mayoría de la gente diría que se siente menos cómodo. Esto se debe a que los criterios del bienestar personal se realizan comparando el estatus objetivo de cada uno con una pauta subjetiva del nivel de vida-. Si el nivel de vida aumenta de forma general, las pautas subjetivas del nivel de vida aumentan. El individuo cuyo ingreso permanece sin cambios se siente más pobre, aún incluso cuando sus circunstancias objetivas sean las mismas de siempre. Karl Marx lo explica de esta forma: “Una casa puede ser grande o pequeña; mientras que las casas de los alrededores sean igualmente pequeñas, ésta satisface todas las demandas sociales para una vivienda. Pero si se alza un palacio justo al lado de la casa pequeña, esta se reduce a una cabaña” (Citado en Lipset 1960, p. 63).
Siempre o en la mayoría de los casos, ¿Sabía usted que la felicidad o el concepto subjetivo de bienestar varía directamente con los ingresos de uno mismo e inversamente con los ingresos de los otros? Elevar los ingresos de todos no incrementa la felicidad de todos, porque el efecto positivo de unos ingresos mayores en el bienestar subjetivo es contrarrestado por el efecto negativo de las pautas de un nivel de vida mayor ocasionado por el incremento general en ingresos.
Se que no es fácil de digerir el tema en sí , ¿Saben por qué no lo es? porque al final de cuentas las personas necesitan tener más y sentirse más plenas y seguras, siempre que tengan una media social que los impulse, los empuje, metas,objetivos, etc.... y lo que es mas simpático por asi decirlo, tener alguien o algunas personas con las que medirse, siempre que éstas sean un poquitín menos acomodados que ellos....y sin son pares se intregarán a un círculo cerrado, que mirará desde dentro a los de fuera, que son menos afortunados, pero por suerte no están en su círculo.
Datos duros y estudios
La evidencia de que el incremento de ingresos, en una sociedad, no aumenta la felicidad, proviene de unos estudios en sucesiones temporales en los Estados Unidos, nueve Países Europeos y Japón. En los Estados Unidos, en donde se ha realizado la mayor parte de este trabajo, los estudios más exhaustivos de experiencia histórica son aquellos de Smith (1979) y Campbell (1981, Cáp. 3). En un detallado análisis de los datos obtenidos de 45 encuestas sobre la felicidad realizadas entre 1946 y 1977, Smith llega a la misma conclusión que Easterlin (1974), que hay una oscilación en la felicidad americana con su punto más álgido al final de la década de los setenta, pero con muy poca indicación de una tendencia. La ausencia de una tendencia en la felicidad es resaltada también por Campbell, y ampliada por él hasta incluir preguntas sobre la satisfacción de la vida en general. Campbell también resalta que las oscilaciones en la felicidad ocurren a veces en oposición directa a lo que uno podría haber esperado basándose en tendencias económicas (1981. pp. 29-30). Trabajando en una encuesta en una pequeña zona, O.D. Duncan (1975) señala que “no ha habido un cambio en la distribución de la satisfacción en el nivel medio de vida entre las mujeres del área de Detroit entre 1955 y 1971, aunque los ingresos medios por familia se incrementaron un cuarenta por ciento”.
Estos estudios abarcan el período de posguerra de la Segunda Guerra Mundial hasta la década de los setenta. ¿Y que hay de la experiencia desde entonces? La respuesta es, una vez más, que no hay tendencia en la felicidad. La evidencia para esto está en los datos anuales del informe general social desde el año en que se empezó, 1972, hasta 1991 (Esquema 1). En este período la renta per capita disponible aumentó un tercio (Informe Económico del Presidente de 1993), junto con los resultados de la primera parte de la época de posguerra. De la Segunda Guerra Mundial la conclusión es que no ha habido mejoras en la felicidad en los Estados Unidos durante casi la mitad del siglo XX en la que la renta per capita realmente se dobló.Las tendencias en la satisfacción de la vida en nueve países europeos desde 1993 hasta 2003 son muy parecidas a las señaladas sobre la felicidad en los Estados Unidos .
Hay evidencias también relacionadas a que mayores ingresos no conducen a una mayor felicidad, porque las aspiraciones materiales aumentan con los ingresos de la sociedad. Por ejemplo, en una investigación internacional sobre las esperanzas y los temores de la gente, el psicólogo social Hadley Cantril hacía preguntas abiertas sobre lo que era necesario para que la persona se considerase “plenamente feliz”. Después de comparar las respuestas de aquellos que vivían en países más ricos con las de los que viven en países más pobres, concluía que las personas en naciones altamente desarrollados habían adquirido, obviamente, una alta gama de aspiraciones, sofisticaciones .Pero desde el punto de vista de personas que viven en áreas menos desarrolladas, (pobreza dura), gente que todavía no había aprendido todo lo que potencialmente podían llegar a tener como personas nacidas en sociedades más avanzadas, eran mas felices que los de sociedades más ricas y avanzadas....., porque no conocían ni intuían siquiera una forma mejor de vivir.
¡Pero por favor, no pensemos luego de esto la la ignorancia nos hace feliz.!

Comentarios

Imagen de jose  miguel

Lamentablemente asi

Lamentablemente asi paraciera ser a lo menos en nuestro pais, buen articulo, en este año que se viene recesivo las carencias en los mas pobres se notaran mas, pero eso a quien le importa si los pobres todos incluida lo que ante se llamaba clase madia ha muerto hoy los asalariados de este pais llamese independientes o dependientes estamos hasta el llaco, este sistema en forma paulatina nos ha ido carcomiendo de a poco hoy solo los grandes poderes economicos manejan realmente este pais , la educacion , la vivienda entre otros temas son verdaderos malls de ofertas cada dia es mas dificil vivir y la gente esta endeuda hasta 4 veces sus ingresos , ojo la banca de usa esta casi rota nadie paga en usa los creditos habitacionales en USA y aqui en chile los subsidios PET EL GOBIERNO NO TRANSA Y SON SUBSIDIOS ENTREGADOS A TRAVES DEL SUPONE UNICO BANCO ESTATAL? BANCO ESTADO s,a.? creo que se quedo corta con este articulo señora.. esta bueno pero da para muchoo...

hoy el estado de chile protege los intereses privados empresariales... y de que vale la democracia?

Imagen de Mariano

Está claro que el dinero no

Está claro que el dinero no hace a la FELICIDAD, pero que ayuda... AYUDA!!!, al menos eso pensamos la mayoría de los mortales con un poco de materia gris en uso. No es menos cierto que los problemas económicos ocupan la mayor parte de nuestros pensamientos e influyen, en algunos casos, drásticamente en nuestra sanidad mental y por ende en nuestras relaciones, a la realidad actual me refiero con todos esos casos de violencia intrafamiliar, femicidios, parricidios, etc. que inundan nuestras noticias. Cuanto mas aguantaremos.. no lo se.

Al final es cosa de replantearse los objetivos personales en esta corta vida y reorientar nuestro camino, porque si tu objetivo es dinero.. este nunca será suficiente!!!!