Calbuco vivió fiesta gastronómica de nivel mundial: !Y comimos curanto!

21 Enero 2008
Ayer a medio día se vivió en Calbuco la celebración gastronómica más esperada del verano en la zona, el séptimo Curanto Más Grande del Mundo, confeccionado para alimentar 5 mil personas aproximadamente.
Gabriela Quintana >
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Viajamos hasta Calbuco con mi madre, experta hacedora de curantos quien desde hacía varios años ansiaba asistir a este evento tan propio de nuestras raíces chilotas. Salimos de Puerto Montt relativamente temprano para encontrar una buena ubicación para el auto y para nosotros, pues sabíamos que desde diferentes latitudes llegarían miles de comedores de curanto, que tal como nosotros viajarían en “ayunas” a alimentarse de esta excelente y tradicional comida.
Un poco de Lluvia
Calbuco nos recibió con una lluvia torrencial que no disminuyó nuestros ánimos de comer rico y pasarlo bien, compramos nuestras entradas a una niña que las ofrecía en el trayecto.
Al llegar al lugar del curanto, que está ubicado en una gran pampa con vista al mar en la isla de las aguas azules, nos encontramos con una procesión de gente -la mayor parte desconocida para nosotros- que se dirigían todas al lugar donde se realizaría el curanto donde las humaredas nos indicaban que la lluvia –tan característica de nuestra zona- no había apagado las grandes fogatas que calentaban las piedras de curanto, traídas especialmente a ese lugar para ser la fuente principal de calor para la cocción de los alimentos.

Tomamos el “quitasol” que llevábamos pensando en que habría sol, y lo transformamos en un gran paraguas que nos cubrió completamente, por lo que nuestra preocupación principal pasó a ser “el curanto”.
La etapa previa
Este curanto cuenta con un trabajo mancomunado de diversas organizaciones comunitarias de Calbuco, cada una de las que se preocupa cada año de una parte de este gran encuentro alimenticio, aproximadamente de unos tres y medio a cuatro metros de curanto, con su respectiva mesa, toldo y otras implementaciones.
Ya teníamos tanta hambre con los olores que se desprendían de los vapores de las zonas donde ya se habían comenzado a poner los mariscos y demás ingredientes de esta deliciosa mezcla de alimentos de la tierra sureña, del mar y carnes, que decidimos comprar un milcao frito como aperitivo.
Milcao en mano, partimos a ver la preparación de la parte de curanto que nos correspondía, para no perdernos detalle, junto con muchas otras personas que se congregaron con sus familias a disfrutar de este inolvidable momento que marca el inicio de una hora de espera impaciente –en este caso se determinó que se esperaría 1 hora y media exacta pues las cantidades de alimentos por zona eran enormes y requerían una alta y constante temperatura para su total cocción-.
Primero se colocaron los mariscos más resistentes al calor directo de las piedras al rojo vivo: pencas (unas especie de rocas formadas por arena y piedras y conchas molidas que en su interior contienen unos capullos donde se desarrollan los rojos piures), después los picorocos, luego se distribuyeron pilguas (bolsas de malla) con porciones individuales y que contenían choritos, cholgas, almejas, capullos de arvejitas y habas, carne de pollo, un trozo de longaniza y un trozo de carne ahumada; sobre estas pilguas se colocaron hojas de pangue en los que se distribuyeron chapaleles y milcaos, sobre éstos, se colocó con cuidado una gruesa bolsa que se selló en todos los costados para que no escapara el vapor. Las bolsas se inflaban con la fuerza del vapor que soltaron los mariscos y que iba siendo gradualmente controlado por los expertos hacedores de curantos como si se tratara de una olla a presión.
La mejor ubicación
Siempre la mejor ubicación es al lado del curanto, y como llegamos temprano encontramos asiento ahí al ladito de nuestro curanto para no perderlo de vista.
Para ofrecer al público asistente una comida más cómoda, al lado del lugar donde se hace el curanto se instalaron larguísimas mesas y bancas de maderas construidas con tablones.
Con mi madre, preparamos un espacio bastante cómodo con un chal y por supuesto bien aperadas con nuestros platos, cubiertos, bebidas heladas, servilletas y todo lo necesario para prepararnos para recibir esta rica comida.
En un comienzo, nuestros vecinos de mesa eran reticentes a la conversación, por lo que imaginamos que no tenían mucha práctica de ir a comer un curanto al lado del hoyo.
Larga espera
Pasaba la hora e iba llegando gente que se sumaba al entusiasta ambiente que contaba con conjuntos folklóricos que amenizaban el ambiente. Al comenzar a abrir los primeros espacios de curanto que ya habían cumplido con el tiempo, los ánimos se excitaron bastante, todos querían comer de inmediato y se agolpaban a pedir su parte del curanto.
Nosotros continuábamos esperando que se cumpliera nuestro tiempo, nerviosos mirando el reloj, pero en eso se largó un nuevo aguacero, así que –ya que estábamos en la punta de la mesa y nos golpeaba el viento norte- abrimos el quitasol para compartirlo con los vecinos que a esa hora ya se habían sumado a la algarabía de la espera.
El Destape
Y de un momento para otro comenzó el destape, poco a poco, por una esquina primero para que escapara el vapor hirviente, ya impacientes, todos nos agolpamos como niños chicos ansiosos de ser atendidos, para saciar nuestra hambre.
Después que escapó el vapor pudimos ver que los milcaos (tortillas de papa cruda rallada mezclado en una masa con papa cocida) y chapaleles (tortilla compuesta por papa cocida y harina) estaban ya cocidos y más abajo, los distintos ingredientes que estaban puestos en “pilguas” (bolsitas de malla) individuales soltaban unos vapores deliciosos.
Con una de las vecinas de la mesa nos unimos para ir a buscar nuestras porciones de curanto -que eran gigantes- otra vecina generosa nos había prestado una gran vasija para colocar nuestros curantos y llevarlos todos a la mesa. La gente encargada de este espacio que correspondía a una agrupación de juntas de vecinos, nos atendieron generosamente, se notaba que tenían años de experiencia y paciencia en estos menesteres.
Distribuimos los manjares en los platos y sin esperar más comenzamos a degustar los distintos alimentos que con el vapor de los mariscos tenían un sabor único. Como con mi madre ya habíamos entablado amistad con nuestros vecinos, junto con la comida tuvimos una grata conversación.
Pasado un rato fui a incursionar nuevamente al hoyo del curanto a pedir las porciones de picorocos y pencas de piures, además de una repetición de choritos y cholgas. ¿Qué se escondía al interior de estos mariscos? El sabor de su carne, pero además los únicos lugares de todo el curanto donde se reservaban unas gotas del preciado caldo de curanto tan sabroso, pero con tantos efectos secundarios, por una parte, funciona como el viagra y por otra parte produce un relajo tal, que pasado una media hora luego del curanto viene un sopor incontrolable que nos obliga a dormir una reparadora siesta.
¿Qué fue lo más rico?
Los choritos y las cholgas fueron lejos lo más rico del curanto, grandes, cremosos y sabrosos.
También los piures que resultaron un verdadero desafio de descubrir dentro de sus pencas tan feas y arenosas, una sorpresa que adentro de esto se oculten grandes y rojos estos nutritivos mariscos que se caracterizan por poseer grandes cantidades de yodo.
Otra cosa importante e inolvidable del curanto es la oportunidad de compartir y conocer gente a la que quizás uno jamás hubiera dirigido la palabra si no fuera por la posibilidad de compartir este espacio gastronómico.
¿Qué se puede mejorar?
Los chapaleles, con un poquito menos de harina y más de papas, habrían quedado blanditos y más sabrosos.
¿Qué es importante llevar?
Un plato por persona para poner el curanto, un cuchillo afilado para poder cortar las pencas y rescatar de su interior los piures.
Hambre, es importante tratar de comer antes lo mínimo posible.
Si desea llevar algo especial para beber, puede llevarlo no obstante, en el lugar se venden bebidas y cervezas heladas además de licores típicos de la zona.
¿Qué no se necesita?
Cubiertos, la mejor manera de comer curanto es con la mano.
Y así, comimos rico, conocimos gente interesante, conversamos, nos reímos, lo pasamos bien y nos volvimos rápidamente a la casa a dormir la tarde del curanto más rico que hemos comido este año.
¡Gracias Calbuco por un curanto tan rico!

Comentarios

Imagen de patricia

desde valparaiso un gran

desde valparaiso un gran saludo a la comuna de Calbuco,desde hace ya 33 años aprox.que no he viajado para allá pero siempre he recordado los hermosos dias que pasé recorriendo esos hermosos lugares,que lindos recuerdos........

Imagen de hector

me gustaria saber si el

me gustaria saber si el señor Levi es chileno, de todas formas calbuco esta ubicado en la decima region es una comuna de la provincia de Llanquihue, calbuco significa " Aguas Azules" tu primer comentario es super negativo, no logro encontrar tu aporte, lo que recoge este diario son opiniones y testimonios de la gente,por lo tanto considero que tu opinion solamente sirvio para crear mala onda y para que la periodista tuviera que explicarte especialmente los detalles,eres fome .

Hector

San Bernardo

Region Metropolitana

Imagen de Lila

Gabriela: Me

Gabriela:

Me encanto tu nota y el proximo año no me

pierdo por nada el curanto de Calbuco... Casi me

llegó el aroma con el entusiasmo de tu relato...

Soy fanatica seguidora de El Repuertero y los felicito,

Me gusta mucho este tipo de Periodismo...y el Kuchen

de frambuesas me quedó ¡ super ! ¡Gracias !

¡ Que lindas las fotos !

Imagen de Alejandro Levi

Comprendo lo que dices

Comprendo lo que dices estimada. Y reconozco lo vivencial del artículo.

Mi único apunte es que mucha gente no tiene por qué saber de lo que estas hablando, entonces contextualizar su nota no está demás.

Y nadie pide que contestes las 6W del lead de la estructura piramidal clásica de una nota porque es muy fome para un medio como este, sino que incorpores datos de interés a tu narración en primera persona.

Si yo me tomo el trabajo en entrar al "periodico" El Repuertero, es porque finalmente también busco información o sino me daría un recorrido por los blogs para conocer la opinión de cada uno de sus creadores.

No es mi intención atacar, sino simplemente aportar.

gracias.

Imagen de Gabriela Quintana R

Alejandro

Estimado, soy periodista de profesión y escribo todos los días notas de prensa.

Las características que tú señalas y que puedes descubrir en los medios de comunicación tradicionales no son las que utilizo para la redacción de este artículo de opinión, pues la importancia no la radica en las 5 preguntas del lid periodístico tradicional.

El periodismo ciudadano es diferente y en particular se enfoca en la opinión personal del que escribe sobre una situación puntual que se relaciona con la experiencia personal de la persona que escribe.

Específicamente el estilo este artículo es vivencial y absolutamente personal y subjetivo, no informativo, por lo que si lo lees puedes descubrir detras de él un momento especial, una situación, una descripción de sensaciones que se relacionan con los cinco sentidos, básicos y primarios, necesarios para disfrutar de un momento como este y las que yo elegí para narrarlo y que pueden involucrarte en la situación o no.

Imagen de Héctor J. Jaramillo

desde la Octava Región les

desde la Octava Región les enviamos nuestros cariñosos saludos a la comuna de Calbuco. Saludos a la familia Vargas-Asenjo! de Puerto Montt

Saludos afectuosos

Imagen de alejandro levi

ciudadano

Si esto es un periodismo ciudadano es básico saber al menos donde se ubica Calbuco, es ciudad, localidad, una cancha de fútbol?

Saber quienes son los realmente beneficiados con la fiesta. Hay 23 organizaciones "ciudadanas" detrás que ni siquiera se mencionan.

Saber cuanta gente fue? cuanto se comió?, no sé algo que me entregue algo de información.

Comprendo que el perfil del diario es otro, pero no está nada de mal un poco de información.